Los presuntos 'yihadistas' detenidos el pasado miércoles en Barcelona guardaban fotografías de edificios oficiales y emblemáticos de la capital catalana que podrían ser objetivo de atentados terroristas, entre los que se encontraba un cuartel de la Guardia Civil, según informaron fuentes jurídicas.
Así consta en el atestado elaborado por los Mossos d'Esquadra, que será remitido en las próximas horas al juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, encargado de tomar declaración este viernes a diez de los once detenidos. El joven de 17 años arrestado en la operación comparecerá ante la Fiscalía y el Juzgado Central de Menores.
Los detenidos habrían guardado estas imágenes para preparar posibles ataques terroristas, según apuntaron las citadas fuentes. La célula, además de tener la «voluntad» de atentar en Cataluña, captaba a jóvenes, los radicalizaba y los enviaba a Siria e Irak para luchar junto al Estado Islámico, según informó en rueda de prensa el 'conseller' de Interior, Ramón Espadaler.
Se trata de diez hombres y una mujer de entre 17 y 45 años de nacionalidades española, marroquí y paraguaya. Cinco de ellos, según Espadaler, son «conversos que habían asumido la fe islámica en su proceso de radicalización».
En el marco de la operación, que está bajo secreto de sumario, se han realizado siete registros en Terrassa, cuatro en Sabadell, dos en Barcelona –uno en el distrito de Sants–, dos en Valls (Tarragona) y uno en Sant Quirze del Vallès.
El conseller, que compareció acompañado por el director general de la Policía, Albert Batlle, y el comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, concretó que la operación arrancó hace trece meses, cuando los Mossos detuvieron en Bulgaria a tres vecinos de Terrassa, Sabadell y Monistrol de Montserrat (Barcelona) con la intención de incorporarse a las filas de Estado Islámico.
La policía catalana les atribuye los delitos de pertenencia a organización criminal con finalidades terroristas, captación y adoctrinamiento de otras personas para luchar en zonas de conflicto, incitación al terrorismo y encubrimiento de todos los delitos anteriores.