La abdicación del Rey Juan Carlos I se produjo el 19 de junio, pero para muchos españoles el cambio de Monarca no se produce, hasta que comienza a ver en su día a día la cara del nuevo Rey en las monedas de uno y dos euros que emplean en su vida cotidiana.
La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre comenzó su acuñación el pasado 1 de enero e informó que está previsto que se emitan cuatro millones de monedas cada año y de cada tipo en la primera fase de fabricación.
Además, de la fabricación de las monedas de uno y dos euros la Real Casa de la Moneda también ha sacado a la luz la moneda de plata conmemorativa de 30 euros. La peculiaridad de este acuñado se encuentra en la vestimenta del Rey, y es que Felipe VI luce el traje de capitán general de gran gala, el mismo que el soberano vistió el día de su proclamación ante las Cortes.
Pero la pieza que a buen seguro hará saltar las lágrimas de Doña Sofía y la Reina Letizia, es la moneda de curso legal de dos euros que muestran en su adverso las efigies acoladas de Don Juan Carlos I y el Rey Felipe VI.
En febrero, el Ministerio de Economía y Competitividad informó que las nuevas monedas ya estaban en circulación. Anteriormente, en octubre de 2014, el Ministerio de Economía autorizó, a través de la Secretaría del Tesoro y Política Financiera, el cambio en la cara nacional de las monedas tras la proclamación de Felipe VI como rey de España en junio del pasado año.
El Rey Juan Carlos I puede estar tranquilo, y es que su cara no será borrada del panorama de una manera drástica y tajante. Las monedas con su rostro seguirán siendo de curso legal, y sólo con el paso del tiempo se irán sustituyendo por las nuevas, según vaya aumentando su demanda.