El Gobierno extremeño abrirá la próxima semana la convocatoria de la «histórica» ayuda de 300 euros anuales con carácter vitalicio de la que podrán beneficiarse en torno a 35.000 mujeres mayores de 75 años, tal como anunció en su momento el presidente autonómico, José Antonio Monago.
Dicha medida podrá ser solicitada durante un plazo de un mes a partir de la convocatoria que se abrirá la próxima semana, según ha destacado en rueda de prensa la consejera de Empleo, Mujer y Políticas Sociales, María de los Ángeles Muñoz, quien ha incidido en que se trata de una ayuda «histórica en España» que busca reconocer «por primera vez» los «sacrificios», las «dificultades» y las «carencias de la posguerra» vividas por las mujeres beneficiarias.
En concreto, Muñoz ha explicado que «está ya listo» el decreto que regulará la citada ayuda, así como que este martes pasará el mismo por el análisis de la Comisión de Secretarios, para que ya la próxima semana sea convocada y abierta la convocatoria para la solicitud de la medida.
Durante su comparecencia, ha incidido también en que la ayuda –para cuya concesión el Ejecutivo extremeño tiene consignado un montante de 10 millones de euros– supone «un reconocimiento y una compensación» por parte del Gobierno regional y de «todo» el pueblo extremeño a unas mujeres que «vivieron las dificultades, las carencias de la posguerra».
Al mismo tiempo ha considerado que se trata además «sin duda» de «una» de las medidas «más esperadas por todo el pueblo extremeño en los últimos meses»; y ha incidido en que una vez abierta la convocatoria «desde el primer día que se presenten las resoluciones» se comenzará a «pagarlas».
En este sentido, ha recalcado que el objetivo es reconocer «todos los sacrificios, toda la lucha» realizada por «una mayoría de mujeres que durante toda una vida trabajó sin poder cotizar porque vivían en una España que no es la actual». «Esas 35.000 mujeres extremeñas luchadoras que pusieron gran esfuerzo y gran trabajo en silencio pero que permitió construir la Extremadura en la que vivimos hoy», ha añadido.
Ha destacado que para ser beneficiaria de la ayuda las mujeres solicitantes deberán haber nacido antes o en el año 1940, estar empadronadas y residir legalmente en Extremadura, y no podrán haber superado en el año si lo hicieron de una manera conjunta (en todos aquellos casos que estuviesen obligadas a hacerlo).
Asimismo, la solicitud de la ayuda de 300 euros se activará en la dirección www.ciudadano.gobex.es y como documentación se deberá aportar fotocopia del DNI, certificado de empadronamiento, un certificado de la Agencia Tributaria que acredite el nivel de renta, el documento de alta a terceros, y un documento acreditativo de la representación que ostenta la entidad que haya firmado el convenio de colaboración con el IMEX y a través de la cual se planteé la solicitud.
En este sentido, la consejera ha explicado que con el propósito de facilitar la solicitud la Administración regional está trabajando en la formalización de un acuerdo con una entidad colegial para su tramitación, así como con los ayuntamientos en aquellos municipios que por ser más pequeños no tengan dicha representación de entidades colegiales, para de ese modo «evitar desplazamientos y dificultades para la obtención» de la ayuda, cuya gestión es «totalmente gratuita».
La consejera ha recordado también que las mujeres que se podrán beneficiar de esta ayuda vivieron en una sociedad en la que «legalmente se consagraba una carencia jurídica» y en la que había «una limitación jurídica en su capacidad de obrar y de decidir».«Carecían de libertad y lo que ahora nos parece algo normal que es esa igualdad y esa libertad que podemos disfrutar todas las mujeres que estamos viviendo en este tiempo, ellas no la tuvieron», ha subrayado.
En esta línea, ha apuntado que las mujeres posibles beneficiarias de la ayuda se ocupaban de la «función de ser madre y esposa» pero «con el problema de que no era una elección libre», sino que estaban «sometidas a la figura del marido», lo que suponía que «no podían vivir y desarrollarse en libertad».
Así, ha recordado que dichas mujeres «tenían que poseer licencia marital», que consistía en que tenían que «solicitar autorización del marido para abrir una cuenta corriente, para firmar una escritura, para solicitar un pasaporte». De igual modo, ha señalado que –entre otras circunstancias– dichas mujeres tenían la «responsabilidad» de «sacar a la familia adelante sin ayudas, sin recursos» y «sin libertad».