El Gobierno español ha trasladado este miércoles al embajador de Venezuela en Madrid, Mario Isea, que considera «intolerables» las últimas «declaraciones, insultos y amenazas proferidas por el presidente (Nicolás) Maduro contra España».
En un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, el Ejecutivo da cuenta de la protesta presentada formalmente ante el embajador, al que ha convocado de urgencia este mediodía en la sede principal del departamento tras conocer las últimas declaraciones de Maduro contra Mariano Rajoy, al que ha llamado «racista».
En ese breve encuentro -el diplomático apenas ha permanecido cinco minutos escuchando la queja de España- el Gobierno ha trasladado su «malestar y rechazo» ante las palabras de Maduro y ha advertido al embajador de que «este tipo de declaraciones e insultos no contribuyen a un mínimo entendimiento entre dos gobiernos que representan a dos pueblos unidos históricamente por estrechos lazos», reza la nota de Exteriores.
El Gobierno recuerda a Venezuela que las autoridades españolas «han sido y serán siempre respetuosas de la dignidad de las personas que ocupan cargos de gobierno» en ese país, añade el comunicado.
Según Exteriores, el embajador Isea «ha tomado nota de estos mensajes y ha señalado que los comunicaría a sus autoridades». Es la actitud habitual que suele mantener un diplomático al que se convoca para recibir una queja formal de otro país.
No obstante, en esta ocasión ha sido llamativa la escasa duración del encuentro. El representante venezolano se ha limitado a escuchar a su interlocutor, se ha comprometido a transmitir la queja, pero no ha dado explicación alguna en relación con las críticas de su presidente.
Isea ha sido recibido por el director general para Iberoamérica, Pablo Gómez de Olea, ya que tanto el ministro José Manuel García-Margallo como el secretario de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Jesús Gracia, están de viaje fuera de España.
La protesta del Gobierno viene provocada por las declaraciones que Maduro efectuó el martes en un programa de televisión, donde llamó «racista» a Rajoy y amenazó con medidas contra España en respuesta a la proposición no de ley aprobada por el Congreso español que reprueba al Gobierno de Maduro por la detención de líderes opositores y pide su liberación.