Rodrigo Rato ha vuelto a saltar a las portadas de los diarios españoles por un nuevo escándalo, según varias fuentes el exdirector gerente del FMI podría haber utilizado la amnistía fiscal de 2012 y llevar a cabo una operación de blanqueo de capitales. Rato rápido ha confirmado que “no me consta que el Sepblac me haya abierto una investigación por supuesto blanqueo de capitales ni tengo ni he tenido ninguna sociedad en Gibraltar e Islas Vírgenes».
Ya son varias las voces que señalan que el Servicio de Prevención del Blanqueo de Capitales (Sepblac) le ha abierto una investigación. Todo apunta a un pago que habría recibido del banco de inversión Lazard por valor de 6 millones de euros, que hizo saltar las alarmas de Anticorrupción. En ese momento, y tras las preguntas del fiscal Anticorrupción, Alejandro Luzón, se relacionó a Rato con Jaime Castellanos que fue el que le realizó el pago. Más tarde sería el propio Luzón el que descubrió que Rato se había acogido a la amnistía fiscal, como adelanto el diario ‘Voz Populi’.
La investigación ha proseguido al encontrar indicios de que Rato hubiera utilizado varias sociedades en diferentes paraísos fiscales (Andorra y las Islas Vírgenes) para regularizar el dinero.
La Agencia Tributaria reveló en febrero que había abierto una investigación a 705 contribuyentes que se acogieron a la amnistía fiscal aprobada en 2012 entre las más de 31.000 declaraciones presentadas.
Empresas en paraísos fiscales
Una de las claves del asunto es el uso de las denominadas sociedades pantalla (shell companies) creadas en países donde las jurisdicciones permiten que no se paguen impuestos por actividades que se realicen fuera del territorio. Las sociedades, creadas solo para recibir el pago (como los 6 millones de Lazard) no tienen activos ni empleados, ni realizan actividades mercantiles. Simplemente se necesita un apartado de correos.
El uso de dichas empresas sirven para cobrar una cantidad sin que repercuta sobre la persona física el pago de impuestos como el IRPF. Entonces lo que ha hecho Rato sería recibir un pago por su trabajo (trabajó para Lazard durante algunos meses) que lo ha cobrado a través de las sociedades pantalla y así evita pagar impuestos en España por su actividad que deberían haber sido cerca de tres millones de euros.