La precampaña no entiende de corrupción. Los políticos presumen de luchar contra ella, sacan pecho a la hora de defender sus siglas y dejan de lado los escándalos que salpican a sus respectivos partidos.
Por parte del Partido Popular, Rafael Hernando, Pablo Casado o Esperanza Aguirre representan algunos de los ejemplos. Este miércoles el portavoz del Partido Popular (PP) en el Congreso, Rafael Hernando en pleno terremoto provocado por la investigación a Rodrigo Rato por un posible blanqueo de capitales, defendía ante las cámaras de televisión que el Gobierno de Mariano Rajoy es el que “más ha luchado contra el fraude y la corrupción”. “Mucho más que el anterior”, añadía. Aunque ha reconocido que no se ha puesto en contacto con su compañero. “No le he llamado. Soy amigo de muchas personas a las que no llamo”.
Por otro lado, el portavoz del Comité de campaña del PP, Pablo Casado, secunda el argumento de Hernando y asegura que se siente “abochornado” pero cree que el presidente del Ejecutivo no debe condenar los hechos. Así lo ha expresado en una entrevista ofrecida a la Cadena SER: “La obligación del presidente es hacer un plan de lucha contra el fraude fiscal, como se ha hecho. Mariano Rajoy ha hecho el mayor impulso de regeneración y contra la corrupción de ningún gobierno en la era moderna”.
El vicesecretario del PP, Carlos Floriano, va más allá y además de defender al presidente del Gobierno lo califica como el “enemigo de los corruptos”. “El conjunto de reformas legales puestas en marcha por el Gobierno de Mariano Rajoy están haciendo la vida imposible a los corruptos. Irán a la cárcel, tendrán que abandonar para siempre la actividad política y tendrán que devolver lo robado. No tienen hueco en el Partido Popular”. Por su parte, Esperanza Aguirre prefiere defender lo suyo. La candidata del PP a la alcaldía de Madrid sostiene que la corrupción no afecta ni al “0.0001 %” del presupuesto que ella ha gestionado. «Yo soy una de las políticas que ha manejado más presupuesto público. Ni un solo ciudadano, nadie en la opinión pública ni en la opinión publicada, piensa que yo me haya llevado un duro, ni uno solo».
Sin embrago, tal y como asegura la propia Aguirre, el año 2014 “ha sido un año duro para el PP, con terribles noticias de casos de corrupción”. En concreto, los ‘populares’ se enfrentan a cuatro casos de corrupción. El último en estallar ha sido la Operación Púnica, cuyo cabecilla es el exnúmero dos de Aguirre. La trama supuestamente otorgó durante años la adjudicación de servicios públicos por valor de 250 millones de euros a cambio del pago de comisiones ilegales. Aunque los problemas para el PP comenzaron en el año 2009, cuando se inició una investigación por corrupción vinculada al partido, más conocida como trama Gürtel. Por el momento, con la causa aún abierta, hay 187 imputados y 74 de ellos son políticos. Años más tarde, estalló el caso de las tarjetas negras de Caja Madrid, que afecta también a Rodrigo Rato. La investigación señala a consejeros, directivos de la entidad y políticos de todos los partido; entre todos despilfarraron un total de 15,5 millones de euros entre 1999 y 2012. Por último, el ‘caso Bárcenas’. Fue el propio extesorero el que sacó a la luz la contabilidad en b de la formación que, según sus apuntes, demostraba que altos cargos del PP recibieron sobresueldos en dinero negro.
El PSOE se quemó las manos
“Tomás Gómez será quién lidere el cambio en Madrid el próximo 24 de mayo”. Así se pronunció Pedro Sánchez el pasado mes de diciembre en un encuentro informativo. Dos meses después, el diez de febrero, el candidato del PSOE a la alcaldía de Madrid, también cerró filas y aseguró que ponía “las dos manos en el fuego por Tomás Gómez”. Dos días después, la dirección del partido destituyó a Goméz, cambió los pestillos de la sede de Callao y nombró una comisión gestora para pilotar la formación en Madrid.
Por otro lado, sobre el caso de los ERE que asola al PSOE-A, el secretario de Organización del partido, César Luena, explicó que los socialistas son los más interesados en que “se llegue hasta el final con todas sus consecuencias” y que actuarán con “claridad, contundencia y justicia”. Por su parte, Pedro Sánchez insiste en que será «contundente» con la corrupción aunque también lo será «en la defensa» de quienes crea que son inocentes, como según el son los expresidentes Manuel Chavez y José Antonio Griñán.