La legislación que se refiere a la marihuana no afecta solo a los profesionales que se dedican a crear o comercializar cepas como la White widow o a las entidades que defienden los derechos o condenan los excesos que tienen que ver con esta sustancia. Mucha gente, usuarios o médicos o investigadores, o simplemente personas con ganas de informarse, se mueven en un vacío legal que puede ser exasperante. Y en contra de lo que podría parecer, cuanto más implicados están en el tema, más necesidad tienen los profesionales o consumidores de una normativa que regularice el sector, sobre todo teniendo en cuenta que las consecuencias en materia de drogas no son precisamente despreciables. Por eso, entidades y profesionales del sector presentaron una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) al Parlament para combatir ese vacío.
En este texto se comprometen a llevar un control de las cosechas con fechas, cultivos programados, cantidades recolectadas, etcétera. También pretenden llevar un control de los socios mediante un registro y vigilar el transporte del cannabis desde el campo de cultivo hasta el local donde se producirá la distribución.
Todas estas medidas son necesarias para normalizar una infraestructura que ya funciona y que mueve cerca de cinco millones de euros al año.
En enero se aprobó una resolución pero todas las partes y sobre todo el sector la consideran insuficiente. En ella se restringía la entrada a los clubes cannabicos a menores de 18 años, se prohibía la venta de alcohol en su interior y se fijaba un horario de apertura, pero las cuestiones anteriormente expuestas, las verdaderamente conflictivas (transporte y cultivo) quedaban fuera.
Si esta ILP sale adelante, muchos respirarán aliviados, porque será un primer paso hacia la regulación. Esta regulación es una competencia estatal, y sería la siguiente meta del colectivo. No deberíamos desestimar la petición de control de una sustancia por parte de sus consumidores y los trabajadores del ramo. Es una prueba de saber hacer y sentido de la responsabilidad que no debe caer en saco roto.