La huelga de basuras irrumpe en campaña. Los 1.500 trabajadores de la empresa FCC y de la unión temporal de empresas Cespa-Urbaser, que se ocupan de la recogida de basura en la capital, anunciaron este miércoles que si no hay acuerdo pararán a partir del próximo 11 de mayo. Denuncian el “bloqueo” en la negociación del convenio colectivo del sector.
Los empleados se reunieron durante todo el día del miércoles, por la mañana y por la tarde, para decidir si emprendían medidas de protesta para desbloquear la negociación del convenio colectivo. El resultado fue el siguiente: a excepción de una abstención en el turno de la tarde, todos apoyaron la convocatoria de huelga el 11 de mayo, en plena campaña electoral.
Los trabajadores llevan meses presentando quejas por el bloqueo en la negociación del nuevo convenio, pero sin éxito. En concreto, piden que se ponga en marcha un “convenio único” así como “condiciones homogéneas” para los empleados que recogen los residuos orgánicos y los no orgánicos. Por otro lado, los sindicatos creen que las dificultades de la negociación del convenio se deben a la rebaja económica del último concurso, por el que desde el pasado mes de noviembre la UTE gestiona la recogida y transporte de residuos urbanos en catorce distritos de la capital que hasta entonces gestionaba FCC.
Desde Comisiones Obreras sostienen que la UTE presentó una oferta para gestionar el servicio por total de 10,7%, inferior a los 83.341 que estipula el contrato, que tiene una duración de trece meses- -del 1 de octubre de 2014 al 31 de octubre de 2015, con una posible prórroga de otros 13 meses-.
En enero de este mismo año, se logró rebajar la tensión gracias a un acuerdo de madrugada que permitió desconvocar la huelga, que duró pocas horas, en la recogida de papel, vidrio, envases, contenedores voluminosos, puntos limpios de móviles y otros residuos no orgánicos.
Los trabajadores de FCC, Urbaser y Cespa estaban llamados a secundar este paro, convocado por FSP-UGT, por la falta de acuerdo en el convenio colectivo. De hecho, fue entonces cuando la UTE aseguró ante los representantes de los trabajadores que garantizaría el mantenimiento y la estabilidad en el empleo mediante la subrogación laboral del personal publicado en el pliego de condiciones. “Con el respeto de todos los derechos y obligaciones consolidadas”, dijo la UTE. Pero el responsable de servicios de UGT en la Comunidad de Madrid, Moisés Torres, quiso dejar claro que el nuevo contrato refleja el mismo pliego de condiciones para los trabajadores de recogida de residuos orgánicos y no orgánicos y que las condiciones seguían siendo distintas.
Por su parte, la alcaldesa, Ana Botella, asegura que hará “lo que tenga que hacer” para garantizar el servicio de recogida de basura en la capital, puesto que, “no existen hechos objetivos que justifiquen un conflicto laboral” entre los trabajadores y la empresa.
Sin embargo, la oposición considera que la huelga se debe a los nuevos contratos del servicio. Antonio Miguel Carmona, candidato socialista al Ayuntamiento de Madrid, asegura que la huelga se produce por “pagar a 60 aquello que vale 100”. “Madrid está sucia. Los paros y la huelga se deben a que algunas empresas se están aprovechando de las cláusulas de los contratos que eliminan la cláusula del número de barrenderos y de que el Ayuntamiento ha aprobado pagar 60 por aquello que vale 100”, sostiene.
No es la primera vez que Botella se enfrenta a una huelga de basuras. En noviembre de 2013 los sindicatos decidieron convocar un paro indefinido para frenar el ERE anunciado por cuatro concesionarias que pretendía despedir a mil trabajadores y reducir los salarios en un 40 por ciento.