España ya calienta motores para la II Cumbre Unión Europea-CELAC que tendrá lugar en Bruselas los próximos 10 y 11 de junio. Un equipo codirigido por los investigadores españoles, José Antonio Sanahuja (Universidad Complutense de Madrid-ICEI) y Sergio Tezanos Vázquez (Cátedra de Cooperación de la Universidad de Cantabria), e integrado por destacados investigadores de ambas regiones, se está encargando de estimular el debate sobre la cooperación entre Unión Europea-América Latina-Caribe en el marco post-2015. Y con un telón de fondo clave: la negociación de la nueva agenda de desarrollo que tiene que dar continuidad a los Objetivos de Desarrollo del Milenio a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que se adoptarán este año.
Interdependencia global, cooperación, crecimiento sostenible, educación, seguridad humana, terrorismo y cambio climático son algunos de los temas claves de este importante cónclave que reunirá por segunda vez a más de 60 jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. La anterior cita tuvo lugar en 2013 en Santiago de Chile. «Es preciso que ambas regiones dialoguen y cooperen más allá de discursos autolegitimadores», advierte Sanahuja, uno de los mayores expertos en cooperación de nuestro país.
La importancia de esta cumbre es vital para ambas regiones y por ello ya se está empezando a estimular el debate. Un claro ejemplo fue el seminario que tuvo lugar esta semana en las instalaciones del Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI) de Madrid y en el que participaron especialistas de América Latina, el Caribe y la UE, altos funcionarios de la Comisión Europea, el Parlamento Europeo, CELAC, CEPAL, SEGIB y OCDE, así como de agencias de cooperación de los Estados miembros de la UE y de países latinoamericanos y caribeños. Convocado por la Fundación Unión Europa-América Latina y Caribe, el objeto de discusión de dicho seminario ha sido un estudio elaborado por un equipo liderado por Sanahuja y Tezanos sobre cooperación. «Necesitamos fomentar un entorno habilitador, transcender el modelo de cooperación Norte/Sur y que la nueva agenda tenga relevancia como pacto universal. En ese sentido, la estrategia birregional cumple un papel importante para temas de desarrollo y de cohesión social», explica Ferrero-Waldner, presidenta de la Fundación EULAC.
La Declaración de Santiago, que se firmó tras la primera cumbre, reafirmó el compromiso por parte de ambas regiones de adoptar políticas que promuevan el comercio y la inversión entre países de la CELAC y la UE. El objetivo no era otro que contribuir a asegurar el desarrollo sostenible y fomentar el crecimiento económico y la creación de empleo, especialmente de los jóvenes, en ambas regiones. «En un momento de transformaciones profundas, el estudio es un insumo muy necesario para la discusión y un documento útil en la medida que abre la reflexión en torno al futuro de las relaciones birregionales», zanja el embajador Valdez, director ejecutivo de la Fundación EULAC.