viernes, noviembre 29, 2024
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Territorio Villar Mir: dos rascacielos y un hospital privado

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No hay quinto malo y dos mejor que uno. Ambos refranes cuadran a las operaciones que en los últimos meses de legislatura municipal ha logrado el grupo Villar Mir. Donde están las cuatro torres en lo que fue la Ciudad Deportiva del Real Madrid habrá una quinta, adjudicación que se une a la luz verde recibida hace semanas a la operación Canalejas que el grupo constructor de Juan Miguel Villar Mir lleva a cabo en el corazón de la ciudad.

El ladrillo brillaba con fuerza, los jugosos beneficios de la burbuja inmobiliaria encandilaban al consistorio y Alberto Ruiz Gallardón seguía empeñado en sellar obras colosales por toda la ciudad. Esta vez la idea consistía en construir un rascacielos circular de 120 metros de altura de 300 millones de euros. Un Centro de Convenciones a los pies de las cuatro torres del Paseo de la Castellana. Una referencia arquitectónica internacional, decía el exalcalde.

Era el año 2006 cuando la compañía Acciona tomó las riendas y comenzó a remover el solar de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid para impulsar la obra. Colocó los cimientos, fabricó los muros de contención y puso unos cuantos anclajes. Pero en pleno proceso de edificación la pompa estalló y el proyecto se desmoronó. Ya nadie quería hacerse cargo del agujero: un terreno a medio hacer y un coste de casi cien millones de dinero público. El socavón se convirtió en uno de los símbolos del despilfarro y la construcción desenfrenada. La parcela de más de treinta mil metros cuadrados quedó abandonada, con aspecto fantasmal, incrustada entre dos hospitales golpeados por los recortes y la crisis. La Paz con el servicio de urgencias saturado y el Carlos III casi desmantelado, famoso en los últimos tiempos por tener que atender deprisa y corriendo a la auxiliar de enfermería, Teresa Romero, contagiada por el virus del ébola.

El terreno estuvo desatendido y sin perspectivas de futuro durante casi cinco años, hasta que a tres semanas de las elecciones municipales la empresa OHL ha cantado bingo y se ha hecho con la adjudicación del proyecto. El Grupo de Juan Miguel Villar Mir construirá un rascacielos multiusos. Según ha explicado la alcaldesa, Ana Botella, el edificio será una amalgama de comercios, locales de ocio y centros sanitarios privados. La empresa levantará dos edificios: una torre parecida a las cuatro que ya existen además de un edificio horizontal; y todo por un canon anual de cuatro millones de euros durante 75 años. “Se trata de un proyecto de oportunidades para Madrid”, asegura Botella. De hecho, Villar Mir está en racha puesto que también se ha hecho con el control de la operación Canalejas.

Pero la oposición, perpleja, opina lo contrario. Piden explicaciones y acusan a la alcaldesa de pactar una chapuza antes de los comicios. El grupo de Izquierda Unida del Ayuntamiento de Madrid critica duramente la gestión de Botella al frente del consistorio. “Nos engañaron diciendo que iba a ser un centro internacional de convenciones y ha resultado ser un fiasco. A última hora, deprisa y corriendo se lo quedan quienes se lo quedan siempre. Ese agujero nos ha costado cien millones de euros”. Creen también que el proyecto de Villar Mir no se ajusta a las necesidades de los madrileños. “Lo único que reconocemos es la coherencia de Ana Botella porque que se va igual que vino, es decir, favoreciendo siempre a los mismos”.

Equo va más allá y tilda la adjudicación de “irracional” y “antidemocrática”. El portavoz de la formación, Ramón Linaza, explica a Estrella Digital que la futura construcción de un centro sanitario resulta “delirante”. “El solar está justo entre el Hospital de La Paz y el Hospital Carlos III, que han empezado a desmantelar, no vemos que tenga sentido meter ahí un centro privado. Es la política a la que nos tiene acostumbrados el PP. Dejar deteriorar lo público para favorecer a lo privado y con la sanidad lo estamos viendo desde hace muchos años”. Por otro lado, Linaza explica que durante los últimos meses el consistorio solo se ha ocupado de gestionar temas urbanísticos. “En el último Pleno del Ayuntamiento fueron a votación catorce temas urbanísticos. Ana Botella está tratando de cerrar el máximo número posible de negocios con los sectores inmobiliarios antes de las elecciones. Ante todo busca favorecer los intereses de las grandes empresas inmobiliarias y financieras y hurtar a la ciudadanía el imprescindible debate sobre el tipo de ciudad que queremos”. Aun así, Botella insiste: “Será una destacada fuente de creación de empleo”.

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