La titular del juzgado de instrucción número tres de Ourense ha decretado prisión provisional comunicada y sin fianza para el hombre de 75 años que supuestamente acuchilló a su mujer el pasado viernes mientras permanecía ingresada en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO).
De ello ha informado el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), que ha precisado que esta decisión se ha acordado dado que los informes médicos indican que no podrá declarar en los próximos días ni dentro del plazo en caso de que se prorrogase la detención.
Hasta que sea dado de alta por los facultativos médicos, el hombre estará custodiado por agentes de la policía en el hospital en el que permanece ingresado. Tras ello, pasará a disposición del juzgado.
En concreto, el acusado fue operado el viernes de cortes en cuello, pecho y brazo que se hizo él mismo con el cuchillo con el que supuestamente mató a su mujer, de 65 años, que se convirtió en la primera víctima de violencia de género del año en Galicia.
El SUP denuncia «deficiencias»
En un comunicado, el sindicado asegura que, frente a las noticias que dicen que el detenido de encuentra «fuertemente custodiado», la realidad es que la custodia ha sido realizada «por un sólo policía», «en turnos de mañana, tarde y noche».
Este hecho, ha indicado, motiva que el agente «tenga que solicitar un relevo a la sala del 091 cada vez que tenía alguna necesidad fisológica o de otra índole, y siempre que las patrullas no estuviesen ocupados en ese momento».
Según ha lamentado el SUP, «este no es un hecho puntual», sino que «se viene repitiendo en los últimos años» y que han trasladado a la Jefatura Provincial de la Comisaría de Ourense «en diversas reuniones».
Por ello, desde el SUP, han considerado que las custodias de los detenidos o reclusos «no se está llevando a cabo conforme a lo establecido» en la normativa que dicta una serie de medidas a adoptar en la custodia extramodular en los centros sanitarios.
Así, ha recordado la obligatoriedad de prestar este tipo de servicios en los centros hospitalarios por «un mínimo de dos efectivos, siempre que la situación no requiera más», para así «garantizar la custodia e integridad del detenido o preso, la seguridad de los policías, del personal sanitario, de los enfermos comunes, así como las personas que visitan a estos».
«Existen varios episodios de fugas de personas privadas de libertad en centros hospitalarios o reclusos que se han intentado quitar la vida mientras se encontraban en esta situación, tales como el asesino de la prostituta de Sober-Lugo y de otros que han atacado violentamente al personal sanitario que los asistía», ha recordado el sindicato.