Una comisión de investigación compuesta por el Gobierno, Airbus, fabricantes y proveedores se encargará de esclarecer las causas del accidente del avión A-400M registrado el pasado sábado en Sevilla y que se saldó con la muerte de cuatro trabajadores. La investigación oficial comenzó este domingo con la extracción de las cajas negras del aparato, que fueron puestas a disposición del juez instructor del acaso, responsable de la investigación judicial.
El presidente de Airbus España, Fernando Alonso, en la primera aparición pública de un responsable de la compañía en España tras el accidente, asegura que la compañía está dando «un apoyo total» a las autoridades encargadas de la investigación del accidente a quienes está pidiendo «resultados iniciales lo antes posible».
Airbus seguirá con los vuelos de prueba
Airbus anunció a última hora de este domingo que seguirá adelante con los vuelos de prueba del A-400M a pesar del trágico accidente de Sevilla. Un portavoz de la división de Defensa y Espacio de la compañía aseguró que el próximo vuelo de prueba tendrá lugar el martes en Toulouse, Francia. Algunos países, como Reino Unido, Alemania, Turquía y Malasia, han ordenado paralizar los vuelos de sus unidades, aunque otros países como Francia ha anunciado que continuará operando con ellos, aunque limitando sus vuelos de trayectos de importancia.
El accidente de Sevilla ha supuesto un duro varapalo para la aviación militar europea. España, que está involucrada industrial y militarmente en el proyecto de este modelo de aeronave, teme el impacto del accidente. El ministro de Defensa, Pedro Morenés, ya ha mostrado su preocupación por las posibles repercusiones negativas y ha valorado que «un suceso de estas características no es lo mejor que le puede ocurrir a una industria como la nuestra».
El A400M, conocido como Atlas, es el aparato militar de transporte de hélice más grande del mundo y cada unidad está valorada en unos 136 millones de euros. La aeronave puede transportar tropas, paracaidistas y hasta tanques y helicópteros. El ambicioso proyecto de este tipo de aeronave alcanza los 30.000 millones de euros de coste y está considerado el programa de la industria aeronáutica europea más caro del continente. La andadura del A-400M ha estado marcada por los problemas técnicos y de software que han provocado que se haya superado el presupuesto inicial de 25.000 millones. Incluso, Airbus amenazó con desechar el aparato debido a los sobrecostos. El proyecto nació en 2003 tras el acuerdo de siete países (Alemania, Francia, España, Reino Unido, Turquía, Bélgica y Luxemburgo) que se comprometieron a comprar 180 unidades. Posteriormente se sumó Malasia.
La preocupación en Airbus se ha hecho patente tras el accidente y de ahí que haya decidido abrir una «sala de crisis» en el seno de la compañía para esclarecer lo ocurrido y haya enviado a la capital hispalense un grupo de asesores técnicos para colaborar en la investigación.
Airbus tiene en España una planta de ensamblaje final en Tablada (Sevilla), en la que trabajan entre 450 y 500 trabajadores y desde la que también se realizan las pruebas de estos aparatos para valorar si son aptos para el vuelo y posteriormente entregarlos a sus clientes. De hecho, el accidente de este sábado tuvo lugar durante uno de estos ensayos. Desde MCA UGT Sevilla temen que el impacto del accidente provoque consecuencias negativas, aunque confían en que el accidente no paralice el proyecto. «Este ha sido el único accidente aéreo, por lo que esperamos que no repercuta en el proyecto, en torno al que se ha desarrollado una gran industria auxiliar«. Asimismo, el sindicato ha señalado que existe la duda sobre las causas del accidente, por lo que se deja en tiempo muerto, en función de determinar las causas, y eso ralentizará mucho más la cadencia de los trabajos en el sector aeronáutico.
El A-400M siniestrado estaba destinado a ser la tercera del pedido encargado por el Ejército turco, en concreto en junio de este año. Turquía recibió en abril del año pasado su primer avión A-400M, un trámite que se retrasó durante meses por la voluntad de las autoridades de ese país de negociar las condiciones con Airbus. Este modelo también opera en Francia, Reino Unido y Alemania, aunque está previsto que España, Bélgica, Luxemburgo y Malasia reciban las primeras unidades en 2016. Concretamente, España se había comprometido a comprar 27 unidades. El A-400M debe servir para suplir gradualmente la actual flota de Hércules C-130.
Alemania y Reino Unido paralizan la actividad de sus A-400M
El accidente de Sevilla ha provocado que Reino Unido y Alemania hayan ordenado paralizar la actividad de sus aviones A-400M como medida de precaución tras el accidente. Airbus ha informado de que tiene intención de entregar entre 14 y 18 unidades del avión este año. En abril apuntó que entre dos y cuatro aviones serán para Alemania. Por su parte, Reino Unido, que en un primer momento anunció también la suspensión de sus vuelos de prueba como medida de «precaución», ha ido más allá y ha decidido suspender temporalmente las operaciones de sus dos aviones Airbus A-400M, el primero de los cuales fue entregado el pasado noviembre. Francia, en cambio, ha informado de que sí seguirá operando con normalidad con sus seis unidades del avión de transporte Airbus A400M pese al accidente sufrido. Sin embargo, fuentes del Minsiterio de Defensa galo matizan que «la decisión puede cambiar en cualquier momento» ya que «no hacemos ninguna concesión cuando se trata de la seguridad».