La Fiscalía General del Estado ha absuelto a los padres de Rubén, un menor leonés con síndrome de Down, de un delito de abandono por negarse a llevar a su hijo a un centro de educación especial y exigir que le fuera concedido un centro escolar que pudiera garantizarle una educación inclusiva. Los padres del joven de 16 años llevan más de cuatro años batallando en los juzgados para conseguir que Rubén pueda optar a una educación inclusiva, algo que ellos consideran «un derecho fundamental», ha explicado la portavoz la asociación para la Solidaridad Comunitaria de las Personas con Diversidad Funcional y la Inclusión Social (Solcom), Mar Álvarez.
La sentencia recoge que «la decisión de los padres se oponía a la resolución de la Dirección Provincial de Educación de 20 de junio de 2011, que autorizaba la escolarización de Rubén en un centro de educación especial, contra el deseo de los acusados de que su hijo continué su educación en un centro educativo ordinario con los apoyos pertinentes».
No obstante, también añade que «no existe un abandono de las obligaciones de formación, sino una discrepancia de fondo entre administrados y Administración en cuanto a la forma de la formación del menor» y que «no se ha probado que la decisión de los padres haya causado un daño en la formación del hijo». Por estas razones, la Fiscalía General del Estado ha absuelto a los padres de Rubén del delito de abandono de familia que se les imputaba.
Desde Solcom ven esta sentencia como un «paso muy importante» y creen que puede ayudar a que el derecho a una educación inclusiva pueda garantizarse y que beneficie a otros casos similares que se encuentran en estos momentos en los juzgados. A pesar de esta decisión, el menor sigue sin estar escolarizado por lo que sus padres han solicitado una reunión con la directora provincial de Educación para que Rubén pueda volver a un colegio ordinario el próximo curso.