La Mesa del Congreso ha dado este martes marcha atrás y ha revocado la decisión que adoptó el pasado 7 de abril de autorizar la celebración en la Cámara Baja de un acto público en el que se iban a reunir víctimas de ETA y de los GAL.
Según han informado fuentes parlamentarias, PP y PSOE han unido sus votos en el órgano de gobierno del Congreso para retirar aquel permiso a la vista del informe jurídico que había encargado al respecto el presidente, Jesús Posada, después de que los dos grupos mayoritarios, UPyD y el UPN, se opusieran a que ese evento tuviera lugar en la sede parlamentaria.
El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, ha denunciado que se han producido «presiones» a la Cámara Baja para que no acoja el acto, cuando ya había decidido ceder una sala, por parte de personas «con influencia» y poder.
«Ha habido llamadas», ha dicho el portavoz nacionalista en declaraciones tras la Junta de Portavoces del Congreso en la que se ha confirmado la suspensión del acto en las dependencias de la Cámara. A su juicio, es una marcha atrás «lamentable».
El pasado 7 de abril, la Mesa, donde están presentes PP, PSOE y CiU, dio vía libre a la cesión de la Sala Ernest Lluch para celebrar la segunda edición de unas jornadas 'En favor de la paz y la convivencia en Euskal Herria', organizadas por la Parroquía madrileña San Carlos Borromeo.
Sin embargo, en un informe jurídico encargado al respecto se incluyen «argumentos sobre hechos conocidos posteriormente a esa autorización», como la queja expresada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) o las declaraciones que en la primera edición de ese evento que tuvo lugar el año pasado participara un etarra no arrepentido.
Esteban considera que esta rectificación es una decisión «política» y no jurídica de la Mesa y ha asegurado que no se ha pedido opinión a los grupos que solicitaron la sala, entre otros, el suyo.
Ha negado que se haya producido ningún hecho nuevo que justifique un cambio de criterio, puesto que el Congreso ya conocía que hubo una primera edición de estas jornadas en la citada parroquia madrileña y pudo estar al tanto de lo que allí se dijo. «No hubo alteración del orden público», ha dicho el portavoz del PNV, para quien tampoco en ese acto se menospreció a las víctimas de ETA, «en ningún caso».
A su juicio, con esta jornada no se pretende escribir la historia del terrorismo de ETA, sino dar opción a que se expresen varios testimonios y que todos los participantes iban a estar «en plenos derechos civiles y políticos». «Por otra parte, a nadie se le obliga a venir aquí», ha agregado.
El portavoz ha asegurado que esta decisión de la Mesa sienta un precedente para el PNV, porque esta decisión a su juicio no es jurídica. «La decisión es política y ya estaba tomada a través de presiones», ha concluido.
Una campaña del Gobierno
Por otra parte, el diputado de Amaiur Iker Urbina ha enmarcado esta decisión de la Mesa en una operación del Gobierno y del PP ante las elecciones del domingo y para «interferir en la voluntad» de los votantes vascos.
«Están insistiendo en mirar al pasado», ha dicho, mezclando este hecho con las detencines ayer en Vitoria de miembros de Segi, las de hoy por enaltecer el terrorismo en las redes sociales, o la revisión hoy en el Tribunal Supremo de las condenas impuestas por la Audiencia Nacional a 20 dirigentes de la ilegalizada Batasuna por un delito de integración o colaboración con organización terrorista. «No tiene ninguna justificación y no aporta nada a la paz en Euskal Herria», ha dicho.