Nueve leones, cinco tigres y un elefante asiático que habían entrado de contrabando en España fueron recuperados durante 2014, según los datos de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES) facilitados por su subdirectora, Alicia Sánchez.
Además, durante sus operativos tanto en puertos de entrada como en el mercado interno, la entidad también se recuperaron cinco guacamayas jacintas, 10.000 cactus, dos camaleones, siete cobras, 330.000 anguilas, 28 rapaces, 5 tortugas galápagos, y 84 cocodrilos, entre otros.
«Estamos en las fronteras y en las aduanas, y muchas veces nos encontramos con sorpresas. Queda mucho por hacer, falta educación, cultura, participación de la sociedad civil y del sector privado», ha dicho Sánchez, durante la presentación del proyecto 'Creación y gestión de un centro de rescate CITES', en Toledo.
Precisamente, esta iniciativa, desarrollada por la Fundación para la Investigación en Etología y Biodiversidad (FIEB) y con el apoyo de la Fundación Banco Santander, pretende convertirse en una especie de santuario para los animales que son recuperados en una operación contra el tráfico ilegal.
El presidente de FIEB, Alejandro Fernández Riba, ha afirmado que el proyecto trabaja en tres líneas principales: la acogida y rehabilitación de las especies, el desarrollo de proyectos de investigación y también la puesta en marcha de proyectos de protección de la biodiversidad.
Centro de acogida pionero en España
En este sentido, CITES calcula que el tráfico ilegal mueve al menos de 8.000 euros anuales en todo el planeta. «Gracias a la creación de este centro, pionero en España, los animales confiscados disponen de un lugar de acogida donde rehabilitarse para su posterior reubicación», ha señalado Sánchez.
En la misma línea, el director de la Fundación Banco Santander, Borja Baselga, ha asegurado que «este centro innovador va a contribuir a paliar el daño que se hace a especies amenazas por el tráfico ilegal».
Por su parte, el capitán de la Jefatura del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA), José Manuel Vivas, ha explicado que cerca del 50 por ciento de las especies que viajan de contrabando mueren en el trayecto. «No hay una tipología concreta para los animales que van a traer, todo es moda; depende del animal que salga en algún programa de televisión o una película en el cine. Se impone la ley de oferta y demanda», ha añadido Vivas, quien ha detallado que las multas son de unos 50.000 euros y hasta un año de prisión
El centro protegido para animales que ha desarrollado la FIEB está localizado en 10 hectáreas en Casarrubios del Monte, en Toledo. Se comenzó a gestar hace ya cinco años, pero funciona desde 2013, según ha precisado Fernández Riba.
Más de 300 animales acogidos
Las instalaciones alojan a más de 300 animales pertenecientes a 50 especies diferentes, desde águilas procedentes de Nepal hasta varias especies de búhos africanos. Esta diversidad también incluye a especímenes exóticos, como loros de color rojo sangre con una mancha púrpura, o una guacamaya real que extiende sus alas cuando se le acerca un visitante. Al año, los animales consumen 860 kilos de fruta, 740 kilos de pienso, y 1.730 kilos de carne de todo tipo.
Fernández Riba ha precisado que todos los animales cumplen un propósito en el centro, ya sea para una rehabilitación, reproducción en cautiverio, o estudios sobre inteligencia y comportamiento animal. Para esto último, cuentan con residencias temporales para científicos españoles o extranjeros. «Es muy raro que después de estar en el centro los animales se reintegren a la visa silvestre», ha dicho.
Todos los animales, al ingresar al centro, pasan un periodo de cuarentena durante el cual se descarta la presencia de enfermedades y reciben tratamiento en caso de que lo necesiten. Las instalaciones están adaptadas a las necesidades de cada especie y se encuentran dotadas de tecnologías para el control de las condiciones metereológicas y de los parámetros de temperatura y humedad.
El centro solo permite visitas privadas y no está ni estará habilitado para el público en general. «No es un zoológico», ha finalizado Fernández Riba.