Puntualidad británica. Como le gusta a la candidata del PP al Ayuntamiento de Madrid y anfitriona del evento más importante de la campaña, Esperanza Aguirre. A las 9.00 en punto, tal y como estaba previsto, el presidente del PP, Mariano Rajoy, la candidata a la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y la protagonista mediática de la jornada, la presidenta del PP de Madrid ha irrumpido en el Palacio de los Deportes de Madrid. Primero, el habitual baño de masas. Veinte minutos de besos, abrazos y selfies. Y casi una hora de discursos. El formato habitual, si no fuera por el animador/D'j que el PP ha contratado para la ocasión y que se ha encargado de entretener a los casi 10.000 militantes -según cifras de la organización- que este viernes se han reunido en el Palacio de Deportes de Madrid para celebrar el fin de fiesta organizado por los conservadores. Sus mensajes subliminales hechos canciones han sido la comidilla de la jornada: '¡Help!' (Ayúdame), o las 'Cien Gaviotas' de Duncan Dhu y su advertencia: «Hoy podrás beber y lamentar que ya no volverán sus alas a volar cien gaviotas donde irán». El PP sabe mejor que nadie que las elecciones del 24 de mayo serán decisivas.
Y en torno a esta machacada idea han pivotado los tres importantes discursos de fin de fiesta. La primera en subirse al atril ha sido la anfitriona, Esperanza Aguirre. Un discurso breve y conciso en el que ha dejado dos cosas claras. Primero, es consciente de que si no logra la mayoría absoluta no gobernará. No ha sido un fin de campaña fácil para ella. Este jueves desayunaba con su declaración de la renta en todos los medios de comunicación: ganó más de 370.000 euros en 2013. Y este viernes ha tenido que ver cómo sus cuentas bancarias salían a la luz pública. «Algunos sólo tienen una propuesta: echarme a mí de la vida política; incluso, de la vida», advertía entre ovaciones. Y segundo, aún no se ha dado por vencida. Sabe que Ahora Madrid (la coalición que une a Podemos y Ganemos) le pisa los talones y no ha perdido la oportunidad: «Volví a la primera línea para plantarles cara, y para eso estoy aquí. Quieren el poder para acabar con el candado de la Constitución que es el freno que les impide instaurar el régimen bolivariano por el que suspiran».
Cristina Cifuentes, sin embargo, ha preferido centrar sus ataques en el que a todas luces es su principal rival en la Comunidad de Madrid, el socialista Ángel Gabilondo. Ella no tiene miedo ni a José Manuel López (Podemos), ni a Ignacio Aguado (Ciudadanos), y así lo ha querido dejar patente en su último mitin de campaña. «Quienes piensen votar al PSOE van a votar lo que conocemos y hemos sufrido: incompetencia en la gestión y despilfarro en la economía. Eso significa el PSOE. Y Ángel Gabilondo pone de manifiesto que la herencia se mantiene, fue ministro de Zapatero, el peor presidente de nuestra democracia. Es decir, fue corresponsable de las políticas que hundieron a España», ha alertado. Sobre Podemos, el mismo discurso fácil de siempre: «Madrid no puede caer en manos de Podemos porque Madrid no puede ser Caracas». Y respecto a Ciudadanos ha querido dejar claro que pese a ser «amiga» de Albert Rivera, tiene muy claro que «no es un Partido Popular renovado». «Hoy votar a Ciudadanos es abrir la puerta al PSOE», ha zanjado.
Y para la traca final, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. No ha dicho nada que no haya dicho en los 22 mítines de campaña que ha dado por toda España. Pero sí ha querido dejar claro un mensaje a menos de dos que comience la jornada de reflexión: si no votas PP, votarás PSOE aunque en la papeleta que tú metes en la urna ponga otra cosa. Lo había advertido unas horas antes en Guadalajara, donde había acudido a acompañar a su 'número dos' en el PP y candidata en Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, en su cierre de campaña. Madrid es su feudo, pero también es importante luchar por evitar que Castilla-La Mancha vuelva a caer en manos socialistas. Y así lo ha demostrado. El presidente lleva quince días repitiendo el mismo discurso: el PP va a ganar el próximo 24 de mayo. Lo mismo dijo hace un año en Europa, y pese a ser la fuerza más votada, perdió 2,6 millones de votos, 16 puntos y 8 escaños. Entonces, Podemos acaba de nacer y ya logró cinco eurodiputados. Hoy, además del huracán de Pablo Iglesias, el PP tiene que hacer frente a un adversario más directo: Ciudadanos.
Por eso, su empeño durante esta campaña no ha sido otro que advertir a los españoles de que cuando «se vota al PP se sabe lo que se vota, al PP. Y cuando se vota a otro partido que no es el PP, se puede estar votando al PSOE sin que uno se entere». Así lo ha dicho ante Cospedal, y calcado lo ha repetido ante Cristina Cifuentes y Esperanza Aguirre. «El PP no ha nacido hace cuatro años. Nació con la democracia. No es producto de una tertulia, ni de un plató de televisión, ni del marketing. Es el resultado de mucho esfuerzo. Está con la Constitución, la unidad de España y soberanía nacional. Es el partido que está con las decisiones difíciles. Lo vamos a demostrar en el futuro», ha insistido Rajoy, que ha afeado a los de Pablo Iglesias y Albert Rivera, presumiendo de que el PP no pone precio a su voto ni lo saca a subasta. «Queremos gobernar y no ser bisagra de nadie», ha zanjado.
Aunque la novedad del discurso ha llegado cuando le ha tocado dirigirse a sus candidatas. Este jueves se trasladó en un 'jet' alquilado por más 15.000 euros -tal y como informa el Levante-EMV- a Valencia, su otro gran feudo. No quería faltar a la cita, y mucho menos aún después de que su candidata en la capital valenciana fuera denunciada ante la Fiscalía por unas facturas con gastos de representación del Ayuntamiento que asciende a cerca de 278.000 euros. «Rita, eres la mejor». Éstas fueron las palabras que el presidente le dedicó. Sobre Aguirre, que esta esta semana también ha sido objeto de dardos después de que Infolibre.com publicara su declaración de la renta, se ha limitado a decir: «Has asumido muchas responsabilidades y todas las has hecho bien». Poniendo el dedo en la llaga, incluso se podría decir que ha sido más generoso con la actual alcaldesa de Madrid, Ana Botella, a quien sí ha querido agradecer efusivamente su gestión en la capital. «Has sido una alcaldesa de primera».
En el final de fiesta del PP no han faltado abanicos, piruletas y gigantescas banderas azules con el logo del PP. Pero sí se ha echado de menos a un mayor número de personalidades. En primera fila, Rajoy ha estado acompañado por su esposa, Elvira Fernández, por su director de campaña, Carlos Floriano, por la ministra de Empleo, Fátima Báñez, la alcaldesa Botella y el presidente del Senado, Pío García Escudero. Una fila atrás, y siempre guardando sus espaldas, se ha podido ver a su jefe de Gabinete, Jorge Moragas.