La presidenta de la Junta, Susana Díaz, ha querido dejar claro este viernes que no permitirá nunca que su investidura como jefa del Ejecutivo autonómico en la décima legislatura sea objeto de «un cambalache» con la posibilidad de dejar gobernar a la lista más votada en los ayuntamientos tras las elecciones del domingo.
En declaraciones a los periodistas durante una visita al barrio sevillano de Bellavista junto al candidato del PSOE-A a la Alcaldía de la capital, Juan Espadas, Díaz, preguntada sobre la posibilidad de una abstención del PP-A en un futuro pleno del Parlamento para votar su investidura, a cambio de que pueda gobernar en los ayuntamientos en los que sea la lista más votada, ha señalado que ese partido ha estado desde el primer día en el «cambio de cromos, en el cambalache y en que a ellos les vaya bien».
A su juicio, los populares tienen un «nerviosismo tremendo y una desesperación brutal», y un día son los 'barones' los que piden al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que pare porque lo que está haciendo en Andalucía «no es normal» y otro día son los alcaldes, que ven que el «egoísmo» en unos momentos tan difíciles se «castiga» en las urnas.
Ha agregado que, entre otras cosas, el PP tiene nerviosismo porque sabe que ciudades tan importantes como Sevilla van a tener un alcalde socialista. «Todo esto está llevando al PP a la desesperación, al nerviosismo, a tomar decisiones que están fuera de lugar o a jugar con cuestiones tan sensible como las necesidades de los ciudadanos», ha indicado Díaz, para quien ello es signo de un partido que está como un «pollo sin cabeza y que no sabe dónde va», consciente de que el «daño» que ha hecho en estos años a los ciudadanos lo va a «pagar» el domingo en las urnas.
Asimismo, ha insistido en que tanto ese partido como los demás que han votado en contra de su investidura están «como el perro del hortelano, ni gobiernan ni dejan gobernar y ni trabajan ellos ni dejan que los demás trabajemos, y ahora lo que pretenden es un cambio de cromos y con Andalucía no hay un cambio de cromos».
La candidata a la investidura ha querido dejar claro que no va a permitir nunca que Andalucía sea un «cambalache ni un cambio de cromos ni aquí ni fuera de aquí y quien esté pensando en eso se está equivocando».
Susana Díaz ha manifestado que el tiempo ha acabado dando la razón a los socialistas cuando decían que los demás partidos estaban pensando en ellos, en llegar como fuera al domingo, y no en los ciudadanos. «En ese bloque que se ha conformado de todos detrás de Rajoy para que Andalucía no tuviera un gobierno, han demostrado seguidismo, tacticismo electoral y mucho egoísmo frente a los ciudadanos», según ha señalado, quien ha lamentado que, durante dos meses, hayan tenido a los andaluces sin gobierno «para que a ellos les salieran las cuentas el próximo domingo».
Se ha mostrado convencida de que la gente, que es sabia, al final va a responder en las urnas ante esa actitud. A su juicio, no se puede ser egoísta y pensar solo en los intereses del partido cuando hay miles de familias pasándolo mal, jóvenes esperando una beca, profesores pendientes de planificar el próximo curso o dependientes esperando la ampliación de la Ley de Dependencia.
«Cuando hay tantas necesidades, no es posible que los partidos estén en el politiqueo y no estén en los problemas de la gente», ha recalcado.
Susana Díaz ha asegurado que, desde el primer día, ha tenido la mano tendida y ha actuado con generosidad ante el resto de formaciones. Por ello, ha confiado en que, cuanto antes, tengan la responsabilidad de darse cuenta de que no pueden tener a Andalucía en estas circunstancias, como no tendrían a otros territorios del país.