«¡Sí se puede!». Vestida de color rojo, entre lágrimas y con una enorme sonrisa, Ada Colau ha pronunciado su primer discurso tras su triunfo en las elecciones municipales. Interrumpida por los gritos de alegría de los simpatizantes de BComú que han acudido al recinto industrial Fabra i Coats para celebrar la victoria, Colau se ha referido a la «gente común» que «ha sabido aprovechar la oportunidad» de cambio. «Es un mérito, un éxito, una victoria colectiva. Vamos a demostrar que se puede hacer política de otra manera». Ha insistido en que «no han ganado las siglas» sino que «ha ganado la gente». «Ha ganado la gente común, gente sin poder político, sin poder económico, los ciudadanos de a pie. Nos querían resignados y deprimidos, pero hemos demostrado que hay esperanza y hay alternativa».
También se ha mostrado «orgullosa» del recorrido de su candidatura. «Tenemos que estar orgullosos del proceso que hemos hecho en tan poco tiempo, en meses, sin estructura profesional». Además, ha querido remarcar que el camino «no ha sido fácil». «Nos han difamado y calumniado, pero nosotros con esperanza e ilusión hemos demostrado que sí se podía: hay muchas que decir, pero ha sido la victoria de David contra Goliat», ha añadido.
Colau ha sido la gran triunfadora de la noche electoral en la capital catalana. La líder de BComú ha destronado a CIU y se ha proclamado vencedora al obtener 173.135 votos y once concejales. En concreto ha superado en un concejal a la lista encabezada por el candidato convergente Xavier Trias que ha quedado relegado a segunda fuerza con 156.143 votos y diez ediles. CIU sufre un descalabro y pierde cinco concejales respecto a las elecciones de mayo de 2011. Trias se hizo con la alcaldía hace cuatro años después de 32 años de gobiernos socialistas.
Aun así, ha recalcado que su candidatura no ha conseguido mayoría absoluta en el ayuntamiento y que su objetivo consiste en «mandar, pero obedeciendo, como debería haber sido siempre». Colau pretende ser alcaldesa de un proyecto «imparable y ejemplar». Por otro lado, se ha referido, aunque pasando por encima, al proceso soberanista y ha explicado que Barcelona es «un pueblo que ha de decidir su relación con el Estado desde el respeto».
Respecto al resto de fuerzas políticas, Ciudadanos entra en el consistorio como tercera fuerza política con cinco ediles (76.133 votos), Esquerra Republicana obtiene cinco concejales (75.483 votos), el PSC se hace con cuatro, el PP con tres y la CUP entra también con tres. Un panorama electoral muy distinto al de hace cuatro años. Los dos grandes sufridores son el PP y el PSC. Los socialistas catalanes se colocaron en 2011 como segunda fuerza con 11 ediles. Esta noche han perdido siete ediles y han caído a la cuarta fuerza. Lo mismo ocurre con los 'populares'. En los últimos comicios lograron ser tercera fuerza con ocho concejales, sin embargo, esta noche han perdido la mitad y se han quedado con cuatro.
Aunque todavía no se habla de pactos, Colau sí ha pedido «responsabilidad» al resto de candidaturas para que «colaboren el proyecto». «Está en juego la vida de mucha gente y no pueden esperar ni un minuto más».