El PP gana en Aragón, pero no con mayoría absoluta. Visiblemente afectada, Luisa Fernanda Rudi ha reconocido que su partido «no se siente satisfecho con los resultados». «No parece que los resultados vayan a permitir que se puede conformar un proyecto de centro moderado en el Gobierno de Aragón», ha afirmado la presidenta de la región. Aun así, se ha mostrado abierta «a cualquier conversación» con el resto de formaciones pero ha recalcado que «las matemáticas» no se lo van a permitir. Pasadas las doce de la noche, Rudi ha comparecido ante los medios de comunicación y ha admitido que los resultados electorales «tienen color de derrota» y da «por perdido el gobierno regional».
Los 'populares' han obtenido un total de 21 escaños, es decir, pierden nueve respecto a los 30 que lograron en 2011 y se alejan de la mayoría absoluta. Los socialistas pierden cuatro y quedan como segunda fuerza con 18 escaños. Por otro lado, la sorpresa de la noche ha sido Podemos. La formación liderada por Pablo Echenique irrumpe en el parlamento aragonés con 14 diputados y se coloca como tercera fuerza. El PAR, que en los anteriores comicios ofreció su apoyo al PP, se establece como cuarta fuerza con 6 escaños, es decir, pierde uno. Ciudadanos también entra en escena y logra cinco escaños. Por último, Izquierda Unida y el CHA sufren un descalabro y pierden 3 y 2 diputados respectivamente.
El parlamento aragonés queda así fragmentado y los pactos serán clave. Una unión en bloque de los socialistas, Podemos, el CHA e Izquierda Unida podría arrebatarle el gobierno al PP. Por otro lado, la única opción de Rudi para mantener el gobierno con los votos a favor de Ciudadanos y el PAR y una abstención del resto de paridos de izquierda.