Esperanza Aguirre sigue retorciendo su máxima obsesión: impedir el ascenso de Podemos al poder. Un tripartito de «centro» formado por el PP, el PSOE y Ciudadanos para el Ayuntamiento de Madrid. Ésta es la propuesta de la dirigente 'popular' para impedir que la candidata de Ahora Madrid, Manuela Carmena, logre la Alcaldía de la capital. Ella lidera la lista más votada, pero ha confirmado que si para frenar a la «izquierda liberal» que lidera Carmena fuera necesario ceder la alcaldía a la tercera o cuarta fuerza, lo hará. «Yo quería volver a la política para frenar a Podemos. Si el problema para hacerlo soy yo, no habrá problema», ha admitido.
Máxima expectación en Génova, 13. La presidenta del PP de Madrid y candidata al Ayuntamiento de la capital, Esperanza Aguirre, ha reaparecido después del varapalo sufrido el pasado domingo en las urnas. No sólo ha perdido la mayoría que atesoraba el Partido Popular en la capital desde hace 24 años, sino que además no tiene opciones de gobernar. Sus 21 concejales sumados a los 7 de Ciudadanos no serían suficientes para bloquear un acuerdo entre Ahora Madrid (con 20 concejales) y el PSOE (9 concejales). Pero no se da por vencida. «El PP ha sido el partido más votado en Madrid», ésta fue la primera valoración que hizo minutos después de conocerse los resultados, y no ha vuelto a hablar más. Este martes ha sido la primera vez que se ha pronunciado públicamente.
Según ha dado a conocer el equipo de Antonio Carmona, la dirigente 'popular' le ha ofrecido la Alcaldía a cambio de no pactar con Manuela Carmena. Un extremo que la 'popular' no ha querido aclarar expresamente -ha sido preguntada por ello directamente-, aunque ha dado a entender que ése es su propósito. Ella es más consciente que nadie que conseguir el apoyo del PSOE en estos momentos en imposible -y menos aún cuando los socialistas necesitarán del apoyo de Podemos para formar algunos importantes gobierno autonómicos como en Castilla-La Mancha y Valencia-, pero ha querido dejar claro cuál es su planteamiento y objetivo de cara a la configuración del Ayuntamiento de Madrid. Se resiste a dejar la alcaldía en manos de su 'archienemiga' Carmena y para ello es capaz de dinamitar la cruzada que lidera su partido para dejar gobernar a la lista más votada con tal de no ver a la exjueza regentando la capital.
Aguirre ha vuelto a demostrar que es un verso suelto. Ha dado a entender que en ningún momento ha consultado con la dirección nacional del partido esta propuesta de tripartito. Y ha vuelto a advertir a sus enemigos internos de que por el momento no tiene ninguna intención de abandonar el barco. Como autocrítica sí ha admitido «errores y fallos» propios que han permitido a Ahora Madrid conseguir más de medio millón de votos en la capital madrileña. Y ha reconocido que la corrupción «le ha pasado factura». No obstante, se ha vuelto a erigir como la líder más apropiada para encabezar el proceso de regeneración interno que necesita el Partido Popular. Primer objetivo: no permitir que Carmena gobierne. Segundo objetivo: regenerar el partido.
Para lograr el primero de los objetivos ya ha mostrado sus armas: pactar con quien haga falta y meter miedo. «Quieren a Madrid como un trampolín para romper el sistema democrático y occidental tal y como lo conocemos. Un trampolín para llegar a ser la fuerza a nivel nacional», ha advertido Aguirre, quien no ha dudado en diferenciar entre el centro (formado por el centro-izquierda (PSOE) -a quien ha alabado como compañero de viaje por haber sido «clave en el desarrollo de la España constitucional»; por el centro-centro -donde ha situado a Ciudadanos-; y al centro-derecha -donde se supone que está el PP) y la periferia, donde ha situado a la «izquierda radical», que según ella, lidera Ahora Madrid. «Invito a los socialistas y a Ciudadanos a entablar un diálogo abierto y claro para analizar la situación actual. No me gustaría que se dieran pasos que condujera a una situación política irreversible», ha insistido la 'popular', quien ahora dice que el PSOE no es ni su «enemigo», ni su «adversario», y menos aún después de que haya emergido «una fuerza que no está dentro ede nuestro sistema democrático constitucional». Un discurso que ya ha trasladado al PSOE. Y que mañana tiene previsto hacerlo con Ciudadanos. Carmona ya lo ha rechazado públicamente; pero aún está por ver la reacción de la formación de Albert Rivera. El escenario no cambiará mucho, puesto que el apoyo de Ciudadanos no sería sufiente, pero será interesante conocer su reacción al respecto. Aguirre es consciente de ello, y por eso ha insistido en multitud de ocasiones en el mensaje de «37 (PP, PSOE, Ciudadanos) contra 20 (Ahora Madrid)» que la 'popular' ha intentado vender.
A la propuesta Aguirre recibir sus votos, Ciudadanos o el PSOE, mi respuesta, en el nombre del PSOE y en el mío propio, fue un NO rotundo.
— AntonioMiguelCarmona (@AntonioMiguelC) Mayo 26, 2015
Aunque éste no ha sido el único mensaje del día. A su formación también le ha advertido de que no le temblará el pulso para hacer «todos los cambios que sean necearios» para recuperar la confianza de sus votantes. Ha hablado de regeneracion interna. Aunque ello no pasa por su adiós. De hecho, aún no quiere hablar de ello. Insiste en que la condición que pactó con Rajoy es que si era alcaldesa no presentaría al próximo congreso regional del PP de Madrid. Pero eso no ha ocurrido. «Cuando llegue el momento de convocar un congreso extraordinario, se abrirá ese proceso», ha zanjado, dejando todas las puertas abiertas. Por el momento, ha asegurado que está dispuesta a quedarse cuatro años más en política, aunque finalmente sea en la oposición.
La dirigente 'popular' ha comparecido en la sede del PP tras mantener una reunión con los 21 concejales electos de su candidatura y sus palabras rápidamente han encontrado eco en Twitter.
Sólo he estado fuera del sistema democrático cuando aún no lo había y estaba luchando por él. Seamos serios, por favor, Madrid lo necesita.
— Manuela Carmena (@ManuelaCarmena) Mayo 26, 2015