«Podemos no formará parte de ningún gobierno presidido por el PSOE». Así de contundente se ha mostrado el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, que ha comparecido este jueves ante los medios de comunicación para valorar los resultados de las últimas elecciones. Eso no significa que no vaya a apoyar investiduras socialistas, ha aclarado Iglesias, aunque sí ha dejado claras sus líneas rojas: aplicar medidas de rescate ciudadano y contra la corrupción. Podemos se sentará en la mesa de diálogo y negociación con el PSOE -de hecho, los líderes de ambas formaciones ya han mantenido un primer contacto telefónico este miércoles por la mañana-, pero ha aclarado que no aceptará consejerías. A excepción de Aragón, donde Echenique sí que ha exigido responsabilidades de Gobierno, ya que ambas formaciones quedaron muy igualadas en votos. No obstante, el PSOE necesitará el apoyo de Podemos para formar Gobierno en Castilla-La Mancha, Valencia y Asturias. Y parece que ambas formaciones han empezado a entenderse.
El objetivo de Pablo Iglesias es claro: intentar que el PP no Gobierne en las Comunidades Autónomas donde no ha obtenido mayorías absolutas. Aunque para ello tenga que darle su apoyo a otra formación de la que hace escasos meses también renegaba. A ellos les ha exigido «un cambio de 180 grados». Cambio que Iglesias ya ha empezado a ver. «Antes no me llamaban. Ahora sí», ha aclarado el líder de Podemos. Aunque el momento tenso de la rueda de prensa de este jueves ha llegado cuando una periodista de El Objetivo (LaSexta) ha intentado sacar los colores a Iglesias recordándole su hemeroteca de reproches al PSOE, incluida su negativa a pactar, y sus exabruptos al candidato del PSOE a la Alcaldía de Madrid, Antonio Miguel Carmona. «Decían que el PSOE también era casta», le ha advertido la periodista. Iglesias se ha puesto a la defensiva y le ha preguntado si tenía datos que respaldaran lo que estaba preguntando. Ella le ha marcado el día exacto en el que el líder de la formación llamó «tonto» y «subnormal» a Carmona.
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Hoy, la candidatura de Ahora Madrid necesitará del apoyo de Carmona para investir alcaldesa de la capital a Manuela Carmena. «El PSOE ha cambiado el tono, pero ustedes también. ¿Qué ha cambiado?». La pregunta ha sido clara y directa. Según Iglesias, su «tono es el mismo». «Nosotros no hemos cambiado», se ha defendido Iglesias, según el cual, quien ha cambiado de «táctica» ha sido el PSOE. «Seguimos firmes en nuestras mismas posiciones. Nosotros ya advertimos de que si el PSOE daba un giro de 180º nos podríamos entender con ellos. Nosotros a los corruptos les vamos a seguir llamando así y a los sinvergüenzas igual», ha zanjado el líder de Podemos.
Iglesias, además, ha insistido en que «Podemos no puede ser un partido más». «Tiene que ser un espacio en el que se encuentren a gusto todos los sectores que quieren apostar el cambio nuestro país». Y ha mandado un mensaje directo a Izquierda Unida: «Podemos no va a ser la balsa de salvamento de nadie». Según Iglesias, el «cambio» no pasa por «una coalición de partidos», al tiempo que ha defendido que su formación tiene intención de ser de cara a las próximas generales el «paraguas» que sirva de «referencia» para conseguir ese «cambio». «Aunque Podemos se ha convertido en referencia fundamental del cambio, no podemos convertirnos en un partido más sino que tiene que ser una referencia de todos los sectores que apuesten por el cambio, tengan o no el carné de Podemos», ha explicado, para añadir, no obstante, que siguen apostando por la estrategia ideada en su asamblea constituyente de otoño, que pasa por concurrir con sus siglas en las generales.
De este modo, Iglesias ha descartado que Podemos esté dispuesto a formar parte de una coalición de partidos para formar un frente de izquierdas, pero sí ha dado a entender que están dispuestos a recibir con los brazos abiertos a todos aquellos que compartan sus principios y apuesten por el cambio, como ya hicieron en las listas de Madrid y Andalucía para las autonómicas, en las que integraron a representantes de otros partidos como Equo. Y se ha dirigido directamente al líder de IU, Alberto Garzón: «En estos últimos tiempos las fechas de caducidad en política se reducen enormemente. Hay cosas que envejecen muy rápido».
Respecto a la fecha que el Ejecutivo de Mariano Rajoy está barajando para las elecciones generales: 22 o 29 de noviembre. Pablo Iglesias dice darle igual. «Cuanto antes mejor», ha espetado el líder de Podemos, quien incluso dice venirle bien que los comicios se adelanten a septiembre, como también se baraja en los mentideros políticos. Aunque lo que tiene claro Iglesias es que le encantaría que Aguirre fuera su rival en las generales. Está convencido de que uno de los motivos del gran triunfo de Manuela Carmena es la campaña que hizo la candidata 'popular'. «Ojalá Aguirre se presentara a las generales, nos los pondría muy fácil», ha ironizado el líder de Podemos.