La presidenta de Castilla-La Mancha en funciones, María Dolores de Cospedal, ha defendido este domingo que «la obligación de los gobernantes y de este alto y noble oficio de la política es dejar las cosas mejor de cómo se encontraron».
«Los ciudadanos de Castilla-La Mancha pueden estar muy orgullosos, muy tranquilos y muy satisfechos porque entre todos hemos puesto las bases para el crecimiento y para la creación de empleo», ha destacado Cospedal durante su intervención en el acto institucional del Día de Castilla-La Mancha, celebrado en el Palacio de Fuensalida de Toledo.
No obstante, ha reconocido que «es verdad» que «hay muchos de entre nosotros que todavía necesitan esperanza y un empleo y saben al igual que sabemos nosotros que queda mucho por hacer».