La agenda política venía marcada ayer en rojo, bueno más bien en naranja, porque el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, se reunía con Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. El telón de fondo los ya famosos pactos que serán necesarios para gobernar en casi cualquier rincón de España, más en especial en los parlamentos autonómicos.
Así, mientras el sol y el calor castigaban la capital del reino, Rivera y Rajoy dialogaban sobre el futuro de Madrid, La Rioja, Castilla y León y Murcia. Los populares son conscientes que sin el beneplácito de Rivera es improbable que gobiernen en todas ellas, conscientes también de que Ciudadanos es el partido al que mejor pueden cortejar. Con el PSOE improbable, que no imposible, y que con Podemos o alguna de las candidaturas populares que han apoyado ni lo van a intentar. Por tanto, el diálogo con ‘naranjito’ (como le apodo el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Hernando) es la gran esperanza popular para recuperar parte del poder perdido.
La visita de Rivera a Moncloa supone el primer encuentro en persona, ya que, la semana pasada ambos hablaron por teléfono para concretar la fecha de su encuentro. Según fuentes de ambos partidos la reunión no ha sobrepasado la cordialidad. “Ha sido una toma de contacto”, han explicado desde Ciudadanos. “Se ha hecho un análisis de la situación”, han confirmado desde Moncloa. Aunque más allá de formalidades ambos representantes han expuesto sus cartas sobre la mesa.
Sánchez y Rivera
Como ha señalado el líder de Ciudadanos en su cuenta oficial de Twitter, también se ha reunido con Pedro Sánchez. Los socialistas tienen más fácil llegar a pactos después de las elecciones tanto con Podemos como con Ciudadanos. Pero no solo con ellos sino también con el PP como ya han apuntado varios medios sobre un pacto en Andalucía que concediera a Susana Díaz la investidura a cambio de poder municipal para los populares.
Andalucía no es la única comunidad que el PSOE necesita apoyo de Ciudadanos, también en Aragón, Murcia o Valencia. Incluso su apoyo junto con el de Podemos daría también otras autonomías, principalmente Madrid. Resulta curioso que los socialistas puedan gobernar en Aragón tras sacar uno de sus peores resultados en Zaragoza capital o en Valencia dónde en el Ayuntamiento apenas ha obtenido representación. Incluso en Madrid donde Gabilondo mejoró sustancialmente los datos pasados frente a los obtenidos por Carmona.
Al igual que con Rajoy, Rivera no había hablado en persona con el secretario general socialista y tan solo habían hablado por teléfono en dos ocasiones. Uno de los pilares de la conversación de hoy ha sido la regeneración democrática, aunque ni uno ni otro lo han oficializado. La gran baza socialista es hacer ver a Rivera que debe apoyar al PSOE para cambiar los gobiernos populares corruptos en aquellas autonomías con mayor corrupción (probablemente no habrá hablado de Andalucía). El ojo está puesto sobre todo en Valencia y Madrid, regiones muy castigadas por la corrupción de los casos Gürtel o Púnica.
La corrupción y los nuevos posibles casos marcarán las próximas reuniones y definirán los pactos. Ayer fue Izquierda Unida con Tania Sánchez hoy la imputación de cinco miembros del PP en la operación Púnica entre ellos dos pesos pesados en Madrid como Salvador Victoria y Lucia Fígar. En principio, los pactos aún quedan en el aire. PP y PSOE deberán esperar a próximas reuniones y a que comiencen las diversas investiduras para conocer el alcance de su victoria o derrota. Mientras Rivera (también Pablo Iglesias) para bien o para mal ha conseguido su primera victoria, ser la llave de gran parte del poder autonómico.