El ministro del Interior, Jorge Fernández, ha admitido este miércoles que la confianza con el Cuerpo de los Mossos d'Esquadra ha quedado «dañada», tras las denuncias por un presunto chivatazo de policías nacionales a una supuesta célula yihadista desarticulada en Barcelona.
«Si usted me dice que si esto ha dañado a la confianza que debe existir, existía y que sin duda volverá a existir entre la Policía y los Mossos, sería faltar a la verdad decir que no la ha dañado«, ha señalado el ministro preguntado por esta cuestión.
En una atención a los medios la V Reunión de Trabajo Internacional sobre Lucha Antiterrorista de Interpol dedicada a los combatientes terroristas extranjeros, ha añadido: «También le digo que eso será recuperado porque ambos cuerpos son profesionales y compañeros«.
«No tengo por qué dudar del Cuerpo de los Mossos d'Esquadra y no dudo, yo lo que hablo es de actuaciones inspiradas en dirigentes políticos irresponsables que han llevado a que el cuerpo planteara gravísimas denuncias a la Policía Nacional«, ha señalado.
El ministro ha pedido al presidente de la Generalitat, Artur Mas, «dimisiones en cadena» y una petición de perdón, tras el archivo en dos ocasiones de las denuncias por el supuesto chivatazo.
«Hay quienes tienen la piel muy fina y ven la paja en el ojo ajeno y no ven la biga en el suyo propio», ha reprochado Fernández a Mas, a quien ha dicho devolverle su petición de dimisiones ahora que la Audiencia Nacional ha archivado esta causa por segunda vez.
Acusación «gravísima»
«Espero que el presidente de la Generalitat se aplique su propia medicina y veamos estas dimisiones en cadena y las peticiones de perdón porque la acusación que hizo fue gravísima», ha remarcado.
En la línea del reto de la confianza planteado por el secretario general de Interpol, Jürgen Stock, y preguntado por su materialización entre los distintos cuerpos de seguridad de España, Fernández ha dicho que «el reto de la confianza es permanente, pero para que la planta de la confianza florezca hay que regarla día a día».
El ministro ha exigido «lealtad institucional entre los cuerpos policiales del Estado y especialmente de los dirigentes políticos para que esa confianza pueda florecer de forma adecuada», si bien ha destacado que la cooperación policial e internacional es fundamental para hacer frente a la amenaza del terrorismo global.
Se ha mostrado convencido de que «hay base para una Junta de Seguridad» entre Generalitat y Estado para materializar acuerdos y no formalizar desacuerdos, y ha señalado que, pese a que todavía no tiene ninguna petición formal del Govern, ha empezado a trabajar en este sentido.