Francisco Javier León de la Riva ha firmado este viernes un decreto de Alcaldía por el que ha delegado sus funciones en la que ha sido primera teniente de alcalde durante el último mandato, Mercedes Cantalapiedra, quien se encargará de firmar los acuerdos que tome el Ayuntamiento de Valladolid durante estos días hasta la celebración del Pleno de constitución de la nueva corporación que tendrá lugar el próximo 13 de junio.
León de la Riva, que está inhabilitado para el ejercicio del cargo de concejal o alcalde por la sentencia que le condenó por delito de Desobediencia como consecuencia del incumplimiento de las obras de restitución de la legalidad del edificio de la plaza de Zorrilla, ha considerado que ya no era concejal ni alcalde desde el pasado 24 de mayo, cuando se celebraron las Elecciones municipales.
En este sentido, un informe emitido por la Secretaría General del Ayuntamiento a petición de los concejales en funciones de los grupos Socialista y de Izquierda Unida, se señala que tanto los miembros de la corporación como el alcalde han «perdido su condición de concejal» ya que el mandato finalizó el pasado 24 de mayo.
Además, al haber renunciado León de la Riva a la de edil electo para el próximo mandato municipal al conocer la sentencia de inhabilitación, «únicamente procede cesar en el ejercicio de las funciones de gestión ordinaria como alcalde en funciones». Dichas responsabilidades pasarán a ser desempeñadas por Mercedes Cantalapiedra durante los ocho días que restan hasta la constitución de la nueva corporación.
De esta manera, según ha defendido el ya exalcalde -dejó de serlo el pasado día 24 según ha insistido-, quedaría en la misma situación que un concejal en funciones, por lo que ha recalcado que no se va del Ayuntamiento por que «nadie» le ha fijado el «calendario», sino que se lo ha hecho una sentencia y él ha tomado «la decisión». En este punto ha recordado que «hay quien dijo» que iba a dejar el cargo cuando le «diera la gana» y ha considerado que está haciendo «eso».
Así, ha explicado que dejó de ser alcalde «igual que los concejales dejaron de serlo» al finalizar el último de sus cinco mandatos y que hasta ahora desempeñaba funciones de las cuales deja de encargarse mediante el decreto que él mismo y el secretario general han firmado este viernes. «No dejo de ser alcalde porque lo dejé ya», ha mantenido. De hecho, el exalcalde entiende que la situación del Ayuntamiento será la misma que ha habido cuando delegaba funciones en Cantalapiedra por las vacaciones de verano o un viaje de más de 48 horas, de modo que ya no podrá firmar decretos ni tomar decisiones. Sin embargo, ha aseverado que hasta el día 12 de junio continuará acudiendo a la Casa Consistorial pese a que formalmente no tiene funciones que desempeñar.
El pleno del día 13, «un espectáculo»
Aunque León de la Riva dio por hecho el pasado viernes que iba a presidir el denominado Pleno de Actas el miércoles día 10, ahora ha asegurado que sólo estará si tiene «disponibilidad». Pero ya ha confirmado que no asistirá a la constitución de la nueva Corporación municipal el día 13, ya que asegura que irá a la boda de una sobrina en Bilbao. «Si fuera para tomar posesión como alcalde puedo fastidiar una vez más a la familia, pero para ver un espectáculo que no sabemos como va a terminar, pues no», ha apostillado.
Además, ha recordado que tiene previsto cursar un escrito a la Universidad de Valladolid este lunes, 8 de julio, para solicitar la reincorporación, con fecha del día 15, a su puesto de profesor titular de Ginecología y Obstetricia. Pero ha querido subrayar que no se retira de la política, sino que deja su «responsabilidad de la política», momento en que ha vuelto a insistir en que también dejará la política cuando le «dé la gana» o cuando entienda que debe dejarla o viceversa. Además, ha enfatizado que la actividad política, a su juicio, «no conlleva un puesto» ni la percepción de un sueldo.
Así lo ha explicado el exalcalde en una rueda de prensa, acompañado por buena parte de su último equipo de Gobierno y por personal de confianza en el Ayuntamiento, a cuyo comienzo ha abogado por la «rapidez y concreción» ya que estaba previsto que a las 12.00 horas comenzara una boda que León de la Riva ha asegurado que iba a oficiar él mismo.
En 1995, una «ciudad gris»
El exregidor también ha querido hacer balance de los últimos 20 años en los que ha sido primer edil ayudado por la proyección de un audiovisual en el que comparaba imágenes en color de la actualidad con imágenes en blanco y negro supuestamente correspondientes a 1995.
Así, ha contrapuesto los datos procedentes del acta de arqueo que le proporcionaron al poco de acceder a la Alcaldía en 1995, cuando en las arcas municipales había 3.435 millones de pesetas -20,6 millones de euros- mientras que el próximo día 13 habrá, ha asegurado, «60 millones de euros». Además, ha apuntado que en 1995 el nivel de deuda en el Consistorio era del 87,24% y que ahora es del 49,68%, mientras que en términos patrimoniales el Ayuntamiento tenía un valor de 222 millones de euros hace 20 años, mientras que en la actualidad es de 436 millones.
También se ha referido a múltiples dotaciones que ha sumado a la ciudad, a que es una ciudad «con una atmósfera limpia», con «mayor equidad urbana» y que, en definitiva el PP deja «una ciudad moderna con más y mejores servicios y posicionada internacionalmente» frente a una Valladolid que en 1995 era «gris, con guetos y con turismo inexistente».
Eso sí, ha reconocido que si después de estos 20 años dijera que no se equivoca sería «un cretino», si bien ha considerado que lo que ha hecho mal «ya lo dice la oposición», en referencia a los concejales en funciones de PSOE e Izquierda Unida que previsiblemente pasarán a formar el Gobierno municipal a partir del próximo 13 de junio.
Lo que ha querido aseverar es que sus grupos municipales no han «metido mano», al tiempo que ha reiterado que el juicio al que se sometió el pasado 27 de abril y por el que fue condenado a 13 meses de inhabilitación «no fue por corrupción, ni por malversación» sino por un delito de Desobediencia. De hecho ha reclamado que «algún medio de comunicación debería rectificar» informaciones que hablan de corrupción urbanística o de que se ha hecho «un dúplex en su casa».