El expresidente del Gobierno José María Aznar ha avisado de que «el populismo es un peligro para cualquier país porque desprecia el orden legal, pretende eliminar los contrapesos institucionales de la democracia liberal, enmascara los desastres que provoca, doblega la crítica, corrompe y degrada el espíritu público».
Así se ha expresado Aznar en una entrevista publicada por La Razón, al ser preguntado sobre si tiene constancia de que Venezuela haya intentado exportar su «ideología populista» fuera de sus fronteras y, en concreto, en España.
El expresidente del Ejecutivo ha afirmado que «cada vez es mayor la toma de conciencia acerca de los atropellos a las libertades individuales y los derechos fundamentales del régimen de Nicolás Maduro» y ha hecho hincapié en que es «más necesario que nunca que los demócratas de la región y del mundo» aúnen esfuerzos para «exigir la inmediata puesta en libertad de los presos políticos en Venezuela».
En este sentido, Aznar ha explicado que la encarcelación de los opositores Leopoldo López y Antonio Ledezma es «una manifestación más del desprecio por los componentes esenciales de la democracia». «Sin respeto a los derechos humanos, sin separación de poderes públicos, sin pluralismo político y sin oposición no existe un verdadero Estado de Derecho», ha subrayado.
«Existe una política oficial dirigida a atemorizar e inhibir la expresión democrática de la sociedad venezolana, concertada entre el Gobierno de Nicolás Maduro y el resto de los poderes del Estado, como explicamos en la Declaración de Panamá y ahora de nuevo en la de Caracas», ha destacado.
Sobre si Venezuela puede convertirse en una plataforma de la droga hacia Estados Unidos y Europa con el consentimiento de las máximas autoridades, el también presidente del Honor del Partido Popular ha alertado de que se trata de un asunto «muy serio» y considera que la comunidad internacional «debe seguirlo con mucha atención».
Asimismo, Aznar opina que «a pesar de todas las dificultades, la oposición en Venezuela tiene que permanecer unida y concurrir a las elecciones». «En la Declaración de Caracas pedimos elecciones justas y transparentes, en fecha precisa, bajo un poder electoral imparcial y una observación internacional independiente», ha subrayado.
Finalmente, tras el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba, el exmandatario español ha señalado que «no hay que dejarse llevar a engaños» porque, a su juicio, la isla caribeña «continúa siendo una dictadura y ejerce una influencia poderosa sobre los que mandan hoy en Venezuela».