El padre de Adu Uatarra, el niño de Costa de Marfil de ocho años que llegó a Ceuta en una maleta y fue descubierto por la Guardia Civil, ha abandonado este lunes la prisión de Botafuegos, en Algeciras (Cádiz).
Tras abonar una fianza de 5.000 euros, Ali Uattara ha quedado en libertad con cargos y espera, en breve, regresar a Fuerteventura para hacer una vida normal como la que tenía en los últimos años, hasta que intentó traer a su hijo que se había quedado sólo en Marruecos tras la muerte de su abuela.
Pagó a una persona del consulado, presuntamente, para introducir a su hijo en España junto al resto de la familia, pero finalmente la situación desembocó en un calvario que ha soportado durante un mes, con estancias en la prisión de Ceuta y posteriormente en la algecireña.
El letrado de la familia, Juan Isidro Fernández, se ha personado en la cárcel algecireña acompañado de la madre, Lucie Uttara y del pequeño Adu. Tras una espera de casi dos horas, Ali ha salido de la cárcel y simplemente ha dicho «gracias» a los medios de comunicación que allí esperaban desde la primeras horas de la tarde.
El abogado, en declaraciones a los medios, ha indicado que Ali «está deprimido» y dice que «quiere volver en unos días a Fuerteventura», aunque la intención del letrado es que mañana, tras una rueda de prensa que tiene previsto celebrar en Sevilla junto a la familia, «se pueda ir en el mismo avión que la mujer y el hijo».
Ambos, esperaban en el coche del abogado, a la llegada de Ali con el que se fundieron en un abrazo una vez que llegó el interior del vehículo. Fernández ha agradecido el tratamiento que en el centro de menores de Ceuta «han dado al niño» que se encuentra en perfectas condiciones y que cuenta ya con permiso de residencia para estar un año en nuestro país. Su padre lleva siete viviendo la isla en la que tiene un trabajo fijo «en una lavandería» y al que espera «volver cuanto antes».
La situación en la que queda el padre, que pudo ser víctima de las mafias que trafican con personas en África, es la imputado a la espera de juicio. «Él puede volver a la isla pero debe personarse en el juzgado en las fechas estipuladas». El proceso hasta que se celebre el juicio «puede demorarse unos seis meses», según dijo el abogado de la familia Uattara.