El Partido Popular tiene clara su posición en Andalucía: sólo facilitará la investidura de Susana Díaz, si a cambio el PSOE acepta dejar gobernar a la lista más votada en la capitales andaluzas en las que el PP ha perdido la mayoría absoluta. Éste es el último cartucho con el que los conservadores cuentan para conservar alguna importante porción del poder territorial que atesoraron en 2011, pero ni eso parece que lograrán. La presidenta en funciones de Andalucía ha vuelto a rechazar la condición impuesta por el PP, y éste ya ha dejado claro que no le importa lo que ocurra a partir de ahora, como si el desenlace final son unas nuevas elecciones autonómicas. Los conservadores se arriesgan a conseguir resultados aún peores a los obtenidos el pasado marzo -cuando el PP logró sus peores resultados de los últimos 25 años en Andalucía-, pero en Génova,13 no parece existir ningún temor a ese respecto.
El PP sólo cederá si el PSOE cede, y a estas alturas del juego todo parece improbable. «Lo que pase será de su exclusiva responsabilidad». Así de contundente se ha mostrado el vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano, este lunes en una rueda de prensa desde la sede nacional. El PP sabe que tiene complicado conservar el poder en aquellos lugares en los que ha ganado con minoría, así que de ahora hasta por lo menos este sábado que se constituyan los Ayuntamiento ha optado por pasar a la acción. Aunque más concretamente por el ataque.
Lo ha hecho con Andalucía, donde ha atribuido a la presidenta en funciones de la Junta, Susana Díaz, la total «responsabilidad» de la «inestabilidad» que atraviesa la región y donde ha advertido de que «los ultimátums», -en referencia a la intención de la socialista de convocar nuevas elecciones si no logra los apoyos suficientes entre este lunes y martes- «no son buenos cuando se trata de buscar apoyos para formar Gobierno». Según Floriano, el aviso a navegantes lanzado por Díaz «no tiene ningún sentido», puesto que «aún queda más de un mes por delante» para convocar elecciones.
Así pues, ha aprovechado su intervención de este lunes también para insistir en la tesis mantenida por el PP desde el minuto uno en que la dirigente socialista anunció que adelantaba las elecciones en Andalucía: «ahora no teníamos que estar hablando de formación de Gobierno, sino gobernando con normalidad. Susana Díaz buscó la excusa de la inestabilidad del Gobierno y, como resultado, ha dado más inestabilidad. Podíamos estar en una situación completamente distinta, empezando por no haber convocado elecciones cuando no se había terminado la legislatura», ha insistido Floriano, que ha reafirmado el compromiso de su partido con la lista más votada, aunque ha matizado el caso de Andalucía: «una cosa es propiciar un pacto entre los que no han ganado las elecciones para quitarle el gobierno a los que sí han ganado. Y otra cosa es facilitar la llegada. Yo no voy a hacer nada para impedir que usted gobierne pero a usted le corresponde buscar la mayoría».
Una posición muy en la línea de la que minutos antes desgranaba el presidente del PP-A, Juanma Moreno, quien ya había reafirmado el 'no' de los 'populares' a la investidura de Susana Díaz después de que la socialista volviera a rechazar su propuesta de que se respete el principio a la lista más votada tanto en las elecciones municipales como autonómicas. Asimismo, el dirigente 'popular' ha sugerido al presidente del Parlamento, Juan Pablo Durán, que, si no se alcanza un acuerdo para la investidura de Díaz, pida al PSOE-A que proponga un nuevo candidato «dispuesto al diálogo».
Moreno es de los que piensan que la «incapacidad manifiesta» demostrada durante «85 días» por la presidenta de la Junta en funciones deberían llevar al presidente del Parlamento a solicitar a los socialistas andaluces que nombre otro candidato con el que «quizás haya más suerte» y se pueda alcanzar un acuerdo. No obstante, ha querido dejar claro que su formación no está condicionando el apoyo de su formación a la investidura a la marcha de Díaz ni tampoco está realizando ningún tipo de exigencia en esta materia. «Lo que está claro es que Díaz, a día de hoy, no es capaz de generar un acuerdo en torno a su persona«, ha señalado el líder del PP-A, añadiendo que el presidente del Parlamento es el «árbitro de este partido» y que su «obligación» es hacer otra ronda de consultas con las distintas formaciones «cuando un candidato da síntomas de agotamiento».
El presidente de los 'populares' andaluces se ha mostrado convencido de que el resultado de unos nuevos comicios en Andalucía apenas variaría y que en ningún caso el PSOE-A obtendría una mayoría absoluta. En su opinión, sí puede que los partidos emergentes, Podemos y Ciudadanos, se vean más perjudicados porque «en una segunda vuelta se suele apostar por el voto útil». Tras asegurar que no entiende los motivos que llevan a Díaz a no querer alargar más las negociaciones con los grupos y a convocar estas reuniones en vísperas de la constitución de los ayuntamientos, ha explicado que en «gran parte» de las propuestas que le ha trasladado este lunes a Díaz podría haber acuerdo, salvo en la de respetar la lista más votada, «lo que aparta al PP de un posible entendimiento». Según Moreno, Díaz no está dispuesta a romper con las «directrices» del secretario general de su partido, Pedro Sánchez.
De hecho, el secretario general del PSOE lleva desde hace una semana ocupando el centro de la diana de todas las críticas procedentes desde el Gobierno y el PP. Y este lunes no iba a ser diferente. Los conservadores son conscientes de su escaso margen de maniobra en las negociaciones de pactos, así que la estrategia que Mariano Rajoy ha impuesto a los suyos es atacar con uñas y dientes a Sánchez. Ya la puso en práctica el pasado viernes la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el propio Rajoy, y este lunes ha sido el turno de Floriano, quien ha aprovechado su intervención para acusar al PSOE de «apoyarse en partidos radicales» para llegar al poder o convertirse en «muleta» de esos partidos y le ha advertido de que «optar por el extremismo» es un «error histórico para España». «Cada vez queda menos del Pedro Sánchez que se presentaba como una persona moderada y cada vez es más una copia de Rodríguez Zapatero. Es una persona a la que le gustan las políticas de enfrentamiento y de extremismo», ha zanjado Floriano, no sin antes insistir en la «preocupación» que siente el PP por «una vuelta a políticas fracasadas», aunque «en esta ocasión con radicales de la extrema izquierda y contra la voluntad mayoritaria de los españoles».