Hace unos días se daba a conocer la operación ‘One girl’, la táctica que usaron los miembros de Podemos para convencer a Manuela Carmena de que se presentase a la alcaldía madrileña. La comunicación con la futura alcaldesa, si consigue el apoyo del PSOE, se hizo a través de Telegram, la aplicación rusa para comunicarse, ¿pero por qué no usaron Whatsapp? La cúpula de Podemos necesitaba discreción máxima y seguridad. La solución parece ser Telegram, la aplicación rusa que cada vez usan más quienes buscan discreción en sus comunicaciones.
Whatsapp puede ser la mensaería social más popular, pero ni de lejos la más segura. Entre otras cuestiones, en cuanto se instala la aplicación en el móvil, la agenda del mismo pasa automáticamente a los servidores. Por eso la tienen «proscrita» muchos miembros de la Seguridad del Estado. Estas son las claves de Telegran versus Whatsapp:
1. Conversaciones secretas. Telegram utiliza un código encriptado que no permite que se copien las conversaciones ni se puedan reenviar a otros contactos.
2. Autodestrucción de los mensajes. El usuario puede establecer el tiempo máximo que pasarán los mensajes en su aplicación antes de que éstos se borren para siempre, haciendo imposible su futura recuperación.
3. Conversaciones encriptadas. Los mensajes solo podrá leerlos la persona que los manda y la persona que los recibe, es decir, es un método ‘end to end’ que no permite que otros puedan acceder a esas conversaciones. Según Rafael Sánchez, ingeniero de telecomunicaciones, «Whatsapp no cifraba mensajes y con un programa de trazabilidad como Wireshark se podían ver todas las conversaciones», lo que resta seguridad.
4. Ocultar números de teléfono. El usuario decide si desea que su número de móvil se haga visible o no y, si está en un grupo, a qué contactos les permite verlo y a cuáles no.
5. Enviar todo tipo de archivos sin límite de tamaño. Se pueden compartir hojas de cálculo, vídeos de larga duración o cualquier otro documento que supere el peso habitual.
6. Los contactos no se exportan. Hay que registrar el número con el que se quiera contactar, a diferencia de Whatsapp que exporta todos los contactos de la agenda y reconoce cuáles tienen la aplicación.
Éstas son algunas de las ventajas de la aplicación rusa frente a la americana que favorecen la seguridad y que han convencido a los miembros de Podemos. El mensaje puede autodestruirse en un tiempo determinado y no se pueden reenviar a más contactos, pero la opción de captura de pantalla sigue estando disponible.
El partido morado se controla por Telegram, de hecho, Íñigo Errejón, el número dos de Podemos, reconoce estar enganchado a la app, que es la de referencia para comunicarse entre los dirigentes de la formación, evitando así que sus conversaciones pudiesen salir a la luz al quedarse registradas en el teléfono. De hecho, tan seguros están sus creadores, los hermanos Nikolai y Pavel Durov, del sistema de seguridad que han creado que en abril del año pasado publicaron un anuncio en el que ofrecían 200.000 $ al hacker que consiguiese burlar su sistema.
Telegram asegura que no usa seridores, es decir, que la información no se almacena en lado alguno aperte de cada terminal. No es el caso de Whatsapp, que dispone de servidores norteamericanos. Un lugar donde la cúpula de Podemos no quiere que estén sus comunicaciones más secretas.