Todas las quinielas le señalan como el próximo hombre fuerte del Ejecutivo del Partido Popular. Hace tiempo que en Génova reclaman un mayor perfil político al Gobierno de Mariano Rajoy, que lo abandonó a su llegada al poder con la absoluta convicción de que lo que necesitaba el país para salir de la crisis eran técnicos, no políticos. Una estrategia, que según muchos dirigentes 'populares', no ha sido la más acertada. El PP está convencido de que sus mensajes no han llegado a la ciudadanía, y que ésa es la principal razón de sus últimos descalabros electorales. ¿La solución? politizar más el Gobierno; y poner al frente de la portavocía gubernamental a un peso pesado del partido. El liderazgo de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, pasa por sus horas más bajas; y ya hay voces que reclaman con efusividad nuevos nombres en la cúpula del Gobierno. Sin duda alguna, el del ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, es el más coreado.
Rajoy ya confió en él hace un año para ponerle al frente de la cartera de Sanidad, cuando no le quedó más remedio que destituir a Ana Mato, salpicada por la 'trama Gürtel'. Alonso llevaba tres años en la portavocía del Congreso de los Diputados. Una condición que le había obligado en muchas ocasiones a ser el primero en dar la cara en algunas de las situaciones más controvertidas por las que ha atravesado el partido en estos últimos cuatro años, como por ejemplo el 'caso Bárcenas'. Hubo varias ocasiones en las que la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, decidió no comparecer el lunes, así que era Alonso los martes, durante las ruedas de prensa posterior a la reunión de la Junta de portavoces, el encargado de dar las primeras explicaciones. El actual ministro de Sanidad es uno de los hombres de confianza de Santamaría, y sin duda fueron sus recomendaciones las que le colocaron donde hoy está. Aunque en el partido son muchos los que confían en sus dotes comunicativas y reclaman para él más presencia en el Ejecutivo 'popular'. Los cambios prometidos por Rajoy están al caer, y muchos confían en que Alonso sea uno de los protagonistas.
El titular de Sanidad ha protagonizado este lunes un desayuno informativo en la capital organizado por Europa Press, y ésta ha sido una de las cuestiones que han salido a relucir. «Me gustaría seguir trabajando en la responsabilidad que tengo ahora», ha explicado Alonso, aunque sabe que la última palabra sobre su futuro la tiene Rajoy. El ministro ha asegurado que tiene «ilusión» por continuar en su cargo, pero tampoco ha descartado nada. Alonso es de los que creen que la cercanía de las próximas elecciones generales hace imposible que el presidente haga «grandes» cambios en el Ejecutivo. Eso sí, por si al final se cumplen los presagios de algunos de sus compañeros, y finalmente Rajoy le hace nuevo portavoz del Gobierno, Alonso ha querido demostrar a su jefe que la lección la tiene bien aprendida.
Primero, la autocrítica que tanto se le reclama al Gobierno. Alonso ha insistido en que las medidas adoptadas contra la crisis y la corrupción han pasado factura al PP, pero no son las únicas. Según Alonso, la caída electoral del PP en autonómicas y municipales también se ha debido a que el partido ha sido «lento» al decidir «determinadas renovaciones» de líderes y actitudes que debieron afrontar antes «en algunas partes», aunque no ha querido precisar dónde: «Señalar con el dedo es de muy mala educación». «Un partido político es un instrumento al servicio de la sociedad, no de un líder determinado. En algunas partes, hemos sido más lentos al entender cuál es la misión de un partido al servicio de los ciudadanos», ha insistido Alonso, que sin embargo sí ha querido dejar claro que no se refiere a Rajoy, a quien asegura ver «más renovado» que nunca.
No son pocas las voces internas que reclaman la cabeza del presidente, que ya no confían en su liderazgo y que creen que es el momento de renovar la cúpula 'popular'. Aunque Alonso ha querido dejar claro que él no es uno de ellos. «Necesitamos cuatro años más de Mariano Rajoy», ha insistido el ministro, quien asegura ver al presidente con «muchas ganas» para continuar. «Tiene una responsabilidad y la tiene que ejercer ahora. El presidente del Gobierno ofrece estabilidad y un proyecto de España común», ha zanjado el ministro, que ha recomendado a los 'barones' autonómicos que han amagado con dejar sus cargos y han pedido a Rajoy «mirarse al espejo» antes de decidir si debe volver a ser el candidato del PP en las próximas generales «irse unos días al Camino de Santiago y relajarse». «A veces, tras unas elecciones se produce cierta tensión en el ánimo. Uno puede irse unos días al Camino de Santiago, relajarse, mirar el tema y, con más perspectiva, se habla», ha rematado.
Era un desayuno informativo para hablar de Sanidad, pero Alonso no ha querido obviar la política. Así como tampoco olvidarse del argumentario oficial y arremeter contra el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, al que ha acusado de «bailar a la música que le pone Podemos» y de liderar un partido que se «ha radicalizado por la obsesión de que no hubiera gobiernos del PP».