El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, será el candidato socialista a las próximas elecciones generales, dado que ninguno de los militantes que aspiraban a disputarle este puesto en primarias ha logrado recabar los avales que necesitaban para entrar en la carrera. Según ha informado el PSOE en un comunicado, Sánchez es el único que ha conseguido superar este trámite, al hacerse con el apoyo de 27.249 afiliados. Ninguno de los otros cuatro militantes que querían convertirse en candidatos se ha acercado al mínimo exigido de 9.699 avales, un 5% de los militantes del partido.
El militante andaluz Sergio Cebolla, que formó parte de la Ejecutiva del PSOE de Sevilla, ha logrado 156 apoyos, mientras que el canario Pedro Antonio Ibáñez ha presentado 22. Los otros dos aspirantes, Manuel Pérez y Manuel Castro, han tenido nueve y un aval, respectivamente. Pérez ya se presentó a las primarias del año pasado para la Secretaría General del PSOE.
La proclamación definitiva, el domingo
De esta manera, el líder del PSOE se convertirá en candidato formalmente el próximo domingo, cuando el Comité Federal -convocado con carácter extraordinario para este fin- lo proclame definitivamente en Madrid, donde se organizará un acto para celebrar su designación. Hasta ese día, se abre el periodo para resolver eventuales recursos que puedan presentarse ante el recuento de avales que ha concluido este martes.
El plazo para recoger estos apoyos se abrió el pasado 5 de junio y se ha prolongado hasta las 12.00 de este martes. El equipo de campaña de Pedro Sánchez se ha dedicado a esta tarea con la misma tranquilidad con la que la afrontaba el propio aspirante, ya que desde que se abrió formalmente el proceso se entendió que no tendría ningún contrincante de peso.
Según explicaron a Europa Press fuentes de este equipo, el objetivo ha sido conseguir con holgura los avales, pero sin hacer una demostración de fuerza, innecesaria dada la ausencia de rivales fuertes. No ha habido ni campaña en redes sociales ni de ningún otro tipo. Además, durante estos días el partido ha estado centrado en el escenario que dejó las elecciones municipales y autonómicas del pasado 24 de mayo, los pactos y la constitución de los ayuntamientos y gobiernos autonómicos.
De esta manera, Sánchez se convertirá en candidato sin pasar por las primarias abiertas que se habían convocado para el próximo 26 de julio, comprometidas por la anterior dirección de Alfredo Pérez Rubalcaba. A ellas se había llamado a participar, además de a los militantes, a todos los ciudadanos que quisieran hacerlo, previa firma de un compromiso con los valores progresistas. La fecha se cambió después de la llegada de Pedro Sánchez a la Secretaría General del PSOE, elegido por primera vez con el voto directo de los militantes. Entonces sí hubo competición entre el madrileño, el diputado vasco Eduardo Madina y el dirigente de Izquierda Socialista José Antonio Pérez Tapias.
El escenario fue muy diferente entonces, cuando el propio proceso de recogida de avales se convirtió en una especie de 'primera vuelta' que tensionó la campaña. Sánchez 'golpeó' el primero al conseguir 41.338 avales, de los que 14.389 llegaron de Andalucía, una federación que, con Susana Díaz a la cabeza, le eligió de manera mayoritaria como su candidato.
Dudas durante meses sobre la decisión de Susana Díaz
Poco más de un mes después del congreso extraordinario que lo confirmó como secretario general, el PSOE decidió aplazar a julio de este año las primarias que Rubalcaba había fijado para noviembre. Así se lo pidieron a Sánchez dirigentes territoriales, que querían centrarse en la batalla que tenían que dar ellos primero en las urnas. A medida que se enfriaba la relación de Sánchez con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que fue uno de sus principales apoyos en las primarias para la Secretaría General, crecieron los rumores sobre candidatos alternativos para La Moncloa.
En esos meses, se habló mucho de la posibilidad de que la líder de la federación más grande del PSOE diera el salto a la política nacional, una posibilidad alentada con el adelanto electoral en Andalucía. Sin embargo, las dificultades para poder ser investida, sumadas a sus circunstancias personales, alejaron definitivamente esta posibilidad, que ella nunca reconoció en público.
El resultado del 24 de mayo, que pese a ser el peor en unas municipales para el PSOE, dieron aire a la dirección de Pedro Sánchez, por la recuperación de poder autonómico y municipal que han supuesto, terminó de despejar el futuro al secretario general. Y finalmente, Sánchez será el candidato del PSOE en las próximas elecciones generales, que la dirección socialista cree que está en disposición de ganar para convertirse en el tercer presidente del Gobierno del PSOE.