El secretario general de Podemos ya ha iniciado su campaña para aspirar a la presidencia del gobierno en las próximas elecciones. Además de seguir con su actividad en el Parlamento Europeo.
Iglesias quiere romper con cualquier unión de izquierdas para presentarse a las elecciones de noviembre, puesto que pretende mantener a Podemos como el partido del cambio sin ayuda de otras izquierdas.
Alberto Garzón, candidato por IU, dista bastante de la opinión del de la formación malva, y piensa que hay que “limar y salvar las diferencias” entre su formación y la de Iglesias para poder formar una candidatura de unidad popular en las elecciones, algo que Iglesias no se ha planteado. Garzón ha recordado el 24M en el que, cuenta, “la inteligencia política” es la que permitió que se conformara un cambio. Y esa inteligencia es la que espera del secretario general de Podemos para concurrir con una única candidatura. Aunque si Pablo Iglesias tuviera intención de iniciar una campaña de unidad popular, no habría empezado la suya propia bajo el nombre de la formación que él mismo creó.
Y es que Garzón considera que «la marca es secundario»: «Las candidaturas de unidad popular, aunque tengan nombres diferentes, son reconocidas parte del mismo proceso por parte de la gente. En A Coruña, es Marea Atlántica; en Compostela, Compostela Aberta; y en Ferrol, Ferrol en Común», ha explicado, para luego zanjar que la marca no le «preocupa».
La dirección de Podemos todavía no ha marcado un calendario de primarias, aunque Iglesias dejó claro el pasado viernes que su objetivo es enfrentarse con Mariano Rajoy por La Moncloa, algo que hará, por ahora, en solitario. Así como que su mayor rival colateral por el voto del cambio sigue siendo Albert Rivera, presidente de Ciudadanos.
Sin Podemos la unidad popular no existiría, aunque IU tendría unos resultados “suficientes” para configurar “un grupo parlamentario”, sin embargo el resultado de la formación de Iglesias sería “insuficiente para cambiar el país”, tal como pretende Pablo Iglesias en ese cara a cara con el presidente del gobierno.