«Os avergonzáis de vuestro país y de vuestro pueblo. Consideráis que la gente es idiota, que ve televisión basura y que no sé qué y que vosotros sois muy cultos y os encanta recoceros en esa especie de cultura de la derrota. El típico izquierdista tristón, aburrido, amargado…, la lucidez del pesimismo. No se puede cambiar nada, aquí la gente es imbécil y va a votar a Ciudadanos, pero yo prefiero estar con mi cinco por ciento, mi bandera roja y mi no sé qué. Me parece súper respetable, pero a mí dejadme en paz. Nosotros no queremos hacer eso. Queremos ganar. Preocúpate de otra cosa». Ésta fue una de las controvertidas declaraciones que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, hizo en una entrevista concedida a los diarios Crític y Público y que ha servido para seguir dinamitando a la izquierda española.
Pocas horas después de su publicación, todo han sido justificaciones.
Siento si he ofendido a alguien. Aquí en la @La_SER aclaro algunas cosas de la entrevista en @publico_es http://t.co/Mi8r0ZlhD5
— Pablo Iglesias (@Pablo_Iglesias_) junio 26, 2015
Efectivamente, este jueves por la noche, Iglesias intervenía en el programa de La Ser, Hora 25 para aclarar lo sucedido. Su conductora, Àngels Barceló, abría la entrevista haciendo referencia a la polémica entrevista: «Calificaba de conformistas y cenizos a algunos dirigentes de la izquierda y les pide, textualmente, que se alejen de Podemos. ¿Usted le dijo todo esto ayer a Alberto Garzón?». La respuesta del político dejó perpleja a la periodista: «No es verdad lo que estás diciendo, Àngels». «Está publicado», insistió Barceló, y Pablo Iglesias no se calló: «Ya sé que está publicado. Eso es evidente, pero no es verdad lo que estáis diciendo y lo tengo que explicar».
La explicación del líder de Podemos: «estaba parodiando un tipo de izquierdista» pero que en ningún caso se estaba «refiriendo al conjunto de la organización». Iglesias distinguió entre el conformismo y la amargura que según él representa Cayo Lara y otros dirigentes de IU a los que no quiso mencionar. «Hubo dirigentes de IU que decían que nosotros éramos un invento del Ibex 35», se quejó Iglesias. Y otros como «Manolo Monereo, Yolanda Díaz o Julio Anguita», con los que aseguró tener «buena sintonía».
En ningún momento cita a Alberto Garzón, a quien le dedica un espacio 'mejor': «En ningún caso meto en el mismo saco a todo el mundo, pero sospecho que Alberto [Garzón] está de acuerdo conmigo en buena parte de las cosas que digo». Algunas de «las cosas» que Iglesias dice en esa entrevista es que los dirigentes de IU son unos «conformistas, cenizos y amargados». El diputado de IU ha protagonizado en los últimos meses varios desencuentros con algunos compañeros de formación, y probablemente a estas luchas internas se refiera Iglesias. Ambos se reunieron este miércoles para hablar de unidad popular de cara a las generales, pero Podemos no está de acuerdo. Iglesias ofreció a Garzón un hueco en su formación, pero el diputado malagueño aseguró que «IU es su proyecto».
El secretario general de Podemos, después de acusar a todos los medios de comunicación de manipular sus palabras, acabó reconociéndole a Angels Barceló que el tono de la famosa entrevista fue «muy duro» y que no acabó satisfecho. «No me sentí a gusto en la entrevista y se lo expresé a Mariá [Delás, el entrevistador de Público], que es amigo mío». Iglesias reveló que no le gustó «el tono del otro compañero [ Sergi Picazo], porque sentía que me estaba entrevistando un dirigente de IU». «Reconozco que en ese tono no me encuentro cómodo y no es habitual en mí. Ojalá en el futuro sea capaz de seleccionar mejor que entrevistas concedo», zanjó Iglesias.