El juez instructor del caso Palma Arena, José Castro, ha elevado a un Juzgado de lo Penal, de cara a su enjuiciamiento, la pieza relativa a la comisión de un delito electoral por las presuntas irregularidades detectadas en los gastos de la campaña del PP balear de 2007. La Fiscalía Anticorrupción reclama tres años de cárcel y una multa de 15.000 euros por estos hechos para el único acusado, Fernando Areal, extesorero de la formación y cuñado del expresidente del Govern Jaume Matas.
Así lo ha acordado mediante una providencia dictada este lunes, tras la cual el Decanato del partido judicial de Palma deberá determinar el Juzgado que juzgue la causa.
Las pesquisas, enmarcadas en la pieza separada número 4, apuntan a que la formación 'popular', al haber superado los gastos electorales para los comicios de 2007, pagó en negro hasta 71.958 euros, a través de Areal, a la agencia de publicidad Nimbus por organizar parte de la campaña del partido, sin que estos pagos quedasen reflejados en la contabilidad oficial del PP.
Recientemente, Castro desestimó el recurso de reforma que interpuso el extesorero contra la fianza de responsabilidad civil de 20.000 euros que el juez le impusó en el auto de apertura de juicio oral por un presunto delito electoral.
Es más, la Audiencia Provincial de Baleares dictó un auto en el que avala la existencia de pagos en 'B' por parte del PP balear a los organizadores de sus campañas electorales de 2003 y 2007, con Matas como candidato a la presidencia del Govern, que no quedaron reflejados en la contabilidad oficial del partido.
En su resolución judicial, que confirmaba el auto de pase a procedimiento abreviado dictado por Castro como primer paso para que el extesorero se sentara en el banquillo, el tribunal consideraba «verosímil» la confesión efectuada por el administrador de la empresa de publicidad Nimbus, Miquel Romero -para quien fue archivada la causa-, quien detalló cómo el PP, al detectar que se habían superado los límites de gasto, le pagó en negro 71.958 euros.
Una cantidad que, apunta la Sala, no tuvo reflejo en la contabilidad del partido, cuya llevanza y control «incumbía al recurrente» -en alusión a Areal- y que, «en consecuencia, habría resultado presuntamente falseada».
El tribunal recuerda cómo en los registros que se practicaron en la sede de Nimbus fueron intervenidos numerosos documentos que, en relación a la campaña electoral, «avalarían la realidad de tales pagos en negro» al hacer mención a que no se facturasen determinados conceptos, que en el caso de otros se hiciera a coste cero y otros en negro.
«No pudiendo olvidar que la entidad Nimbus podría haber operado de igual modo con ocasión de las elecciones del año 2003», abunda la Audiencia, si bien en este caso los hechos estarían prescritos.
Tal y como apunta la Fiscalía en su escrito de acusación entre las obligaciones que la Ley de Régimen Electoral General impone respecto a los fondos destinados a la campaña electoral destaca el establecimiento de límites a la cuantía que los partidos políticos pueden destinar a los mismos en atención al origen público de dichos fondos.
Nimbus facturó hasta 249.872 euros al PP durante la campaña
Así, Areal contrató a Nimbus compañía para que se encargase de la creación y diseño de anuncios y la gestión de la contratación de espacios publicitarios en diferentes medios de comunicación, trabajos por los que la agencia emitió contra el PP cinco facturas por un importe global de 249.872 euros, que fueron -salvo la última- remitidas a la Sindicatura de Comptes de Balears y al Tribunal de Cuentas de cara a su fiscalización.
Al margen de los anteriores servicios, Nimbus, durante los meses de abril y mayo de 2007 y por encargo de Areal, que actuaba en representación del PP, desarrolló numerosas tareas de creatividad y promoción de los mensajes electorales del partido, que generaron unos costes oficiales de 62.572 euros que, junto al margen de beneficio bruto del 15 por ciento, suponían un total de 71.958 euros.
Unos fondos que Areal decidió abonar en negro al haber superado el PP los límites legales fijados para gastos electorales, de modo que la cantidad fue entregada a Romero mediante diversas entregas de dinero en efectivo.
Es más, según relata el Ministerio Público, las entregas de fondos opacos fueron realizadas en la sede de la formación, sin que se haya podido determinar la procedencia de los 71.958 euros. Según la Fiscalía, Areal manipuló las cuentas del PP, falseando las mismas, al omitir «de forma deliberada» reflejar en la contabilidad las aportaciones realizadas en negro.
El fiscal Horrach destaca cómo el PP balear fue «beneficiario directo» de estos hechos delictivos por cuanto Areal actuaba en su calidad de administrador general de la candidatura del partido, destinatario directo de la propaganda electoral. Hechos que, incide, no constituyen acontecimientos aislados al tratarse de una «reproducción de la operativa que desarrolló el PP en la campaña electoral de abril de 2003».