Un 71% de los españoles se declara afín a alguna confesión religiosa, la mayoría católicos (35 millones de bautizados), pero también –y aquí está la novedad– de otras muchas religiones: en España hoy residen cerca de dos millones de musulmanes, 1,5 millones de ortodoxos, 1,4 millones de evangélicos, 170.000 Testigos de Jehová, 80.000 budistas y 45.000 judíos.
Tras la declaración de notorio arraigo en España del Protestantismo y el Judaísmo en 1984, se reconoció esta condición al Islam en 1989 y se continuó con la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (2003), la Iglesia de los Testigos de Jehová (2006), Budismo (2007) y la Iglesia Ortodoxa (2010). El Estado firmó en 1992 acuerdos de cooperación con evangélicos, judíos y musulmanes.
El Ministerio de Justicia acaba de presentar novedades legislativas y una foto fiel de la religión en España; y dónde se practica: el Observatorio del pluralismo religioso en España tiene contabilizados 29.368 lugares de culto en el país. En esa cifra son mayoría las iglesias o centros católicos, 23.098 (78% del total) que se mantiene en los niveles de 2011, cuando este Observatorio ofrece los primeros datos. Conservan también cifras estables las 33 sinagogas, 116 lugares de culto mormón y 701 locales de los Testigos Cristianos de Jehová.
Se observa un fuerte incremento en lugares de culto en el último lustro de mezquitas y oratorios musulmanes, hoy 1.334, y Evangélicos (3.588), que en ambos casos registran crecimientos por encima del 20%.
Con cifras menores, han duplicado sus centros religiosos desde 2011 los budistas (hoy 140 lugares), los ortodoxos (185) y el resto de confesiones (ahí se encuentran la Cienciología, paganos o animistas, entre otros), con 173 lugares de oración y reunión.
Novedades legales: mayor control de los ministros
El consejo de ministros de este 3 de julio ha actualizado a propuesta del Ministerio de Justicia buena parte de la normativa que regula la relación del Estado con las confesiones religiosas, en su mayor parte aprobada en la década de los 80, con un nuevo Real Decreto sobre los requisitos para la declaración de notorio arraigo; y una segunda norma que actualiza y digitaliza el registro de entidades religiosas, que pretender responder «a la nueva realidad de la libertad religiosa» en España.
El segundo decreto incluye importantes novedades sobre «la condición de ministros de culto» y establece que las entidades religiosas inscritas en el registro de Justicia «deberán anotar aquellos ministros de culto que estén habilitados para realizar actos religiosos con efectos civiles».
Se intuye una voluntad de control, siquiera administrativo, sobre quienes dirigen la oración y el culto de estas confesiones minoritarias. Justicia también podrá cancelar la inscripción de entidades en cumplimiento de una sentencia firme o si lo piden sus representantes legales.
Habría que añadir recientes reformas legislativas que afectan también a las confesiones religiosas, como las del Código Penal y la Ley de Enjuiciamiento Criminal para luchar contra el terrorismo y tipificar los delitos de odio o de incitación a la violencia por motivos étnicos o de índole similar.
Sólo en los últimos diez años, según informa el Ministerio, el número de entidades inscritas en su registro se ha incrementado en un 30%, «constituyendo un claro indicador de la pluralidad religiosa de la sociedad española», afirma.
CIS y práctica religiosa
El crecimiento de lugares de culto no equivale automáticamente a que la sociedad española sea más religiosa, ya que la confesión mayoritaria vive un progresivo descenso desde el 83% que se declaraba católico al comienzo de este siglo hasta el 68% actual, y dos tercios además se confiesan como no practicantes. En este sentido cabría añadir que el grupo que se declara no religioso (ateos y no creyentes) han crecido del 13% en el año 2000 a un 25% en la actualidad. El Barómetro del CIS ofrece además un 2,3% de encuestados que se adscribe a 'otras religiones', cifra que infravalora el número de fieles de otras confesiones teniendo en cuenta los datos del Ministerio de Justicia.
Musulmanes de todo el mundo, 1,8 millones en España, se encuentran en estos momentos celebrando el mes de Ramadán. El presidente de Estados Unidos se reunió el pasado 22 de junio con representantes de esta confesión en la Casa Blanca para romper simbólicamente el ayuno al caer la tarde -Iftar-, gesto insólito en España fuera de Ceuta y Melilla.
España no ha dejado de ser católica, como previó Azaña en los años treinta del siglo XX, pero hoy sí que es más diversa desde el punto de vista religioso, es también evangélica, islámica y budista. Diversidad religiosa hasta el momento no reflejada a nivel público e institucional.