El Gobierno ha aprobado este viernes el adelanto al 1 de julio de la rebaja del IRPF que estaba previsto que entrara en vigor el próximo año y que dejará en los bolsillos de los contribuyentes unos 1.500 millones de euros, según ha indicado el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
La rebaja del IRPF incluye también la reducción de la fiscalidad de las rentas del ahorro de un punto porcentual para todos los tramos, así como la rebaja al 15% de la retención para los autónomos, que beneficiará a casi 800.000 autónomos, que verán aumentada su liquidez en 263 euros de media.
Al término de la reunión del Consejo de Ministros, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha indicado que el Gobierno ha decidido adelantar la rebaja del IRPF porque hay «margen» para ello, gracias a la mejora de la evolución económica y a la mayor recaudación de lo esperado.
Por su parte, Montoro destacó que esta rebaja es posible gracias a la mejora de la recaudación fiscal hasta mayo que, en términos de Contabilidad Nacional, ha crecido un 7,4%. En concreto, los ingresos directos asociados al IRPF y al Impuesto de Sociedades han registrado un crecimiento del 8,3%, pese a haber entrado en vigor en enero la primera parte de la rebaja fiscal.
También señaló que esta reducción se puede aplicar porque están aumentando las bases imponibles de los impuestos, tras la caída sufrida durante la crisis. Así, señaló que en 2014 ya subieron en torno al 3% y que en 2015 subirán algo más del 4%.
En su opinión, el ahorro de 1.500 millones de euros que supondrá el adelanto de la rebaja del IRPF dinamizará el crecimiento económico e impulsará la creación de empleo y, además, se hará de forma «más equitativa», ya que la mayor rebaja será para las rentas medias y bajas y se introducirán beneficios sociales para familias con hijos y con discapacitados. «El 80% de los contribuyentes tendrán un ahorro superior al 20%», añadió.
Mantener la presión fiscal en el 38% del PIB
«La idea es que no crezca la presión fiscal y que devolvamos a los contribuyentes el exceso de recaudación, que alimenta a su vez el crecimiento económico y la creación de empleo. Por tanto, la presión fiscal actual, en el entorno del 38% del PIB, es muy parecida a la que teníamos cuando estábamos en el anterior Gobierno (de José María Aznar)», subrayó el ministro.
La nueva tarifa del IRPF, que se aplicará de manera transitoria en 2015, establece un tipo mínimo del 19,5% y uno máximo del 46%, tipos intermedios a los establecidos en 2015 y a los que se aplicarán en 2016. Con esta nueva tarifa, explicó Montoro, la reforma fiscal definitiva reducirá la tributación de todos los asalariados con rentas inferiores a 50.000 euros respecto a lo pagaban antes de la llegada del PP al Gobierno.
En concreto, para las rentas de hasta 15.000 euros el descenso entre 2011 y 2015 será del 20,3%, del 10,8% para las rentas de hasta 20.000 euros, del 4,6% para los salarios de hasta 30.000 euros y del 3,4% para los ingresos de hasta 40.000 euros. Lo que cobren hasta 50.000 euros, se beneficiarán de un descenso del 1,7% y, a partir de ahí, los que perciban hasta 100.000 euros pagarán un 0,47% más que lo que pagaban en 2011 y los salarios de hasta 150.000 euros tributarán un 1,6% más.
Las empresas contarán a partir de la próxima semana con una nueva aplicación informática que elaborará a la Agencia Tributaria para que ya en la nómina de julio, o a más tardar en la de agosto, los trabajadores vean ya en su nómina esta rebaja del impuesto.
Todo el coste de la rebaja lo asume el Estado
Montoro indicó que el coste de este adelanto de la rebaja lo asume «por completo» el Estado y que las comunidades autónomas que así lo decidan, no necesitarán aprobar una nueva tarifa autónomica, sino que podrán mantener su actual tarifa.
Igual que sucederá con la tarifa general del IRPF, también se aplicará una tarifa intermedia para la tributación del ahorro, de tal manera que para las ganancias de hasta 6.000 euros se aplicará un tipo en 2015 del 19,5%; entre 6.000 y 24.000 euros del 21,5%; entre 25.000 y 50.000, del 21,5%; y de 50.000 en adelante, del 23,5%.
Además, defendió que, en términos de «técnica tributaria», aplicar una tarifa intermedia impedirá «discriminaciones» para aquellos contribuyentes que, por ejemplo, hayan obtenido plusvalías en la primera mitad de año frente a quienes lo hagan en la segunda.
«Los primeros se llevarán una alegría, porque van a tener una tarifa inferior a lo que habían pensado», subrayó el ministro, tras asegurar que la alternativa de aplicar dos tarifas distintas hubiera sido un «imposible tributario», además de ser discriminatorio. Se trata, añadió, de adelantar la tarifa de 2016 medio año, pero aplicándolo en el conjunto de 2015.
Lo que el Gobierno no tiene previsto adelantar es la segunda parte de la rebaja del Impuesto de Sociedades prevista para el año que viene. En este punto, Montoro dijo que la reforma fiscal ha ido «mucho más allá» de lo que estaba previsto en el programa electoral del PP y que el Impuesto de Sociedades es el único que no ha recuperado la recaudación precrisis, salvo en el caso de las pymes.
Ayudas exentas e inembargables
El real decreto-ley de medidas urgentes que incluye esta rebaja del IRPF incorpora también la limitación de la posibilidad de embargo de las ayudas públicas para colectivos en riesgo de inclusión social, de emergencia social o con necesidades habitacionales y otras necesidad básicas, especialmente en el caso de menores o personas con algún tipo de discapacidad.
Igualmente, se declaran exentas las ayudas públicas a las víctimas de violencia de género y las ayudas públicas para cubrir necesidades básicas (hasta 1,5 veces el Iprem), así como las ayudas para la adaptación de antenas de edificaciones.