El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha garantizado este lunes que su partido defiende la unidad de España en todo el territorio del país, «también en Cataluña», y ha explicado que la reforma de la Constitución que quiere impulsar tratará de «garantizar una articulación mejor de la unidad de España».
Así se ha pronunciado el líder de los socialistas en una rueda de prensa en Sevilla, una vez concluido el Consejo de Política Federal, presidido por la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y a la que han asistido los nuevos presidentes autonómicos y el resto de 'barones' socialistas, entre ellos el primer secretario del PSC, Miquel Iceta.
A su llegada a la reunión, Iceta ha afirmado que el planteamiento del PSC es «perfectamente compatible» con el de la líder de los socialistas andaluces y ha asegurado que no se puede «empezar la casa por el tejado», con discusiones «nominalistas».
La secretaria general del PSOE-A y presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha afirmado que el PSOE tiene que ocupar el espacio de la «centralidad» en España, dando «tranquilidad y seguridad» a la gente», al tiempo que ha defendido que la «igualdad» está en su «ADN», así como la defensa de la unidad de este país, lo que no está reñido con reconocer la «diversidad».
Durante su intervención al inicio de la reunión del Consejo de Política federal del PSOE, que ella preside, ha manifestado que en unos momentos como estos, los ciudadanos merecen un PSOE «transformador» y «reformista», que defiende la unidad, la igualdad y un país de progreso, y que da la seguridad y tranquilidad a los ciudadanos de que van a contar con un gobierno sensible, cercano y transparente.
Para Susana Díaz, el PSOE afronta las próximas elecciones generales con «fortaleza», con un candidato a la Presidencia que cuenta con el apoyo de un partido unido y fortalecido, con un proyecto claro y nítido; con ideas muy claras, y que defiende una recuperación justa y la bandera de la igualdad. En su opinión, el PSOE es hoy el principal agente de cambio en España, como se ha demostrado en Andalucía y se demostrará a partir de ahora en las comunidades que los socialistas van a gobernar tras las elecciones de mayo.
Ha explicado que cuando habla de centralidad, se refiere a ese espacio que hay entre la «insensibilidad» de la derecha y de las políticas de austeridad que tanto sufrimiento han provocado a los ciudadanos y la «irresponsabilidad» de aquellos que ofrecen «respuestas falsas a problemas reales». «Nosotros somos un proyecto que tiene que dar seguridad y tranquilidad a la inmensa mayoría de los ciudadanos, así como garantía de progreso», ha sentenciado Díaz, apuntando que ese debe ser el «terreno de juego de los socialistas».
Asimismo, Susana Díaz ha manifestado que hay que gobernar con políticas de verdad y abordar reformas para blindar la educación y sanidad públicas y para garantizar derechos como la atención a la dependencia y la vivienda. También se ha referido a las necesarias reformas en el plano del modelo de territorial, porque «tenemos que dar tranquilidad para garantizar la convivencia entre los distintos territorios y ciudadanos».
La dirigente socialista ha incidido en que los socialistas, con cada una de sus acciones, tienen que pensar en cómo quedan los ciudadanos, a diferencia de otros que solo piensan en cómo quedan ellos. La presidenta andaluza ha manifestado que la gente quiere empleo, de calidad y no precario, o acceso a la educación y sanidad pública o un sistema fiscal justo, a lo que el PSOE tiene que dar respuesta.
En relación con el proyecto del PSOE sobre el modelo territorial, Susana Díaz ha señalado que ella ha defendido siempre con claridad lo que defendieron en Granada, la unidad de España y la igualdad de los ciudadanos. Ha recordado que los socialistas llevan 135 años defendiendo la unidad de nuestro país, «lo que somos», y que siempre hay una España que puede ser mejor y que es posible que las cosas vayan mejor para todos.
«La igualdad es nuestro ADN y nuestra seña de identidad», ha expresado Díaz, quien ha agregado que no entiende esa igualdad sin la unidad, lo cual no significa que no se reconozca la diversidad. «La diversidad nos enriquece, pero la igualdad nos fortalece como país», ha dicho Susana Díaz, para quien ambas cosas son compatibles.
Tras señalar que en este país ya no hay mayorías absolutas y que el PSOE es el partido en mejores condiciones para el diálogo, Susana Díaz ha expresado que es evidente que la gente pide «a gritos un cambio», porque hacen balance y ven que los cuatro años del Ejecutivo del PP han sido «negros» y se ha generado desigualdad.
Ha manifestado que el Gobierno del PP deja «inacabados» problemas como el de la convivencia en Cataluña; el modelo de distribución de competencias entre comunidades y Estado; el modelo de financiación, o el del reparto del objetivo de déficit.
Para Díaz, los ciudadanos lo tienen hoy más claro: el PP da «miedo» por lo que ha hecho y otros dan «miedo» por la incertidumbre a las que nos llevan.
El PP dice «sí a la reforma constitucional, pero responsable y consensuada»
El vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maíllo, ha afirmado este lunes que su partido dice «sí a la reforma constitucional, pero responsable, consensuada, con objetivos concretos y siempre que sea positivo para España», y no para resolver el «girigay» en el que a su juicio se encuentra el PSOE.
En una rueda de prensa tras la reunión del Comité de Dirección del partido, Maíllo ha comparado la reunión de la Conferencia Política del PP de este fin de semana con el Consejo de Política Federal que hoy celebra el PSOE. «Ellos se reúnen para hablar de sus líos internos, nosotros para hablar de los problemas de los españoles», ha dicho.
El dirigente 'popular' ha acusado al PSOE de estar inmerso en un «girigay» sobre la reforma constitucional, porque «unos quieren una cosa y otros la contraria». Es más, a su juicio, los socialistas plantean una reforma «y la contraria en el mismo día».
En este punto, ha añadido que se está acostumbrando a que el PSOE diga una cosa y haga la contraria, como decir que no pactarían con Podemos y acto seguido hacerlo, hasta el punto de que cree que el PSOE se está convirtiendo en un partido «sin identidad».
En cuanto al tema de fondo de la reforma de la Carta Magna, considera que el PP ha dejado claro que no es un partido inmovilista, sino que está dispuesto a hacer cambios «siempre que se sepa claramente el objetivo y que sea para bien de los españoles», pero no para modificar un modelo de Estado sobre el que los propios socialistas no se ponen de acuerdo. A su juicio, el consenso de 1978 ha generado gran progreso en España y «con eso no se puede jugar».