Como «una nueva campaña revanchista» y una maniobra de distracción califica la Fundación Nacional Francisco Franco el anuncio de varios alcaldes recién electos en Madrid, Valencia, Zaragoza, La Coruña, Cádiz y Santiago de Compostela de adaptar los callejeros municipales a la llamada Ley de la Memoria Histórica de diciembre de 2007.
La Fundación pide «respeto a los nombres de las calles y monumentos como testimonio de una época de España, algunos sufragados por voluntad popular, cuyo juicio debe dejarse a los historiadores y no a los políticos». También «declara su intención de reprobar y demandar a los alcaldes y concejales que aprueben la retirada de monumentos, vidrieras, escudos y estelas por daños al patrimonio histórico artístico del pueblo español».
Esta asociación añade que si sólo pudieran aparecer en los callejeros a demócratas de trayectoria intachable, «habría que eliminar también a La Pasionaria, Francisco Largo Caballero, Indalecio Prieto, Santiago Carrillo y Lluís Companys, implicados todos ellos en golpes de Estado y asesinatos políticos».
«El comportamiento de la extrema izquierda, del PSOE y de los nacionalistas en estos últimos años ha vuelto a enfrentar a los españoles por unos hechos que todos creíamos ya olvidados, para lo que no vacilan en difundir mentiras como que España es el país del mundo con más desaparecidos sin enterrar, sólo superado por Camboya».
Critica al PP por no derogar la Ley
El Partido Popular no se libra de las críticas, a pesar de que en la conferencia política celebrada este fin de semana varios de sus dirigentes, como Esperanza Aguirre o la diputada Cayetana Álvarez de Toledo, se han pronunciado en contra de la Ley de Memoria Histórica.
«El Partido Popular es responsable del actual clima de discordia por negarse a derogar la Ley 52/2007 y por aplicarla en numerosos municipios contra el sentir de sus votantes, a pesar de haber prometido modificarla en su campaña electoral de 2011″, afirma la Fundación en un comunicado.
Piden la derogación inmediata de la norma «ya que sólo sirve para dividir a los españoles, manipular la historia y amenazar a todos los que quieran investigar la guerra civil y el régimen del 18 de Julio».
Defensa de la verdad en todos sus frentes
La Fundación Nacional Francisco Franco nació en 1976, «apenas un año después de la muerte del Caudillo», dicen de sí mismos. Se constituyó legalmente y goza de personalidad jurídica como institución cultural «sin que su actividad u objetivos sean de adscripción política o partidista». Sus estatutos enumeran como objetivo prioritario la difusión de la memoria y obra de Francisco Franco.
La Fundación defiende la verdad en estos dos frentes: el personaje histórico y su legado, cumpliendo su función «a pesar de las dificultades», reconocen.
En esa línea de actuación, junto a otras actividades –edición de libros, conferencias– «sale constantemente al paso, de forma documentada y objetiva, de tanta mentira y distorsión de la verdad».
Cuenta con un archivo que contiene un fondo de 30.000 documentos «que se han puesto a disposición de los historiadores, investigadores, periodistas y alumnos que preparan sus tesis a través de la página web o directamente en las oficinas de la sede».
La Fundación espera incrementar su actividad y visibilidad en breve con dos nuevos proyectos: la creación de un museo dedicado a Franco y sus colaboradores y sus realizaciones en los diversos campos de su era histórica; y «posibilitar a los jóvenes españoles una base cultural y un conjunto de valores y principios que les abrirá nuevos y más originales horizontes». En síntesis, su objetivo es que «la historia llegue sin tapujos ni veladuras a las nuevas generaciones».