Miembros del Gobierno y del PP consultados por Europa Press admiten que el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha dejado para la recta final la campaña con la que aspiraba a lograr la Presidencia del Eurogrupo. Según sostienen, debería haberse movilizado antes para alzarse con este puesto y desbancar a su único rival, el holandés Jeroen Dijsselbloem.
Así, las citadas fuentes insisten en que el titular de Economía debería haber sido más activo porque empezó a «moverse tarde» en esta batalla por el Eurogrupo, que reúne a los ministros de Economía y de Finanzas de la zona euro.
Además, recuerdan que a Guindos no le han beneficiado las declaraciones que realizó hace un par de meses asegurando que no quería ser de nuevo ministro si el Partido Popular ganaba las elecciones generales previstas para finales de año.
«Ha sido un honor y un privilegio ser ministro de Economía en la peor crisis de España», dijo Guindos el pasado 18 de mayo, unas palabras que, según las fuentes consultadas, le han restado posibilidades en la carrera por liderar el Eurogrupo.
El acuerdo con Grecia
Asimismo, fuentes del Ejecutivo subrayan que Luis de Guindos no ha contado con el apoyo de los socialistas. Es más, recuerdan que en algunos gobiernos europeos hay coaliciones y en ese caso los liberales tampoco ayudaron al ministro español.
Otro de los factores que podría haber beneficiado a Dijsselbloem es el hecho de que la votación para presidir el Eurogrupo se produjo poco después del acuerdo logrado con Grecia para un tercer rescate. Esa 'foto' del acuerdo, después de intensas negociaciones, habría dado apoyos al candidato holandés.
En las circunstancias menos favorables
El mismo lunes, tras la votación, fuentes del Palacio de la Moncloa reconocieron que Guindos había concurrido en las circunstancias menos favorables y, a pesar de ello, había tenido un gran apoyo. El voto fue secreto, pese a que Madrid había expresado su preferencia por un voto «transparente».
Las mismas fuentes del Ejecutivo aseguran que España seguirá dando la batalla para tener en las instituciones europeas una presencia acorde con su tamaño y con la recuperación protagonizada durante estos años.