La semana en la que se ha celebrado la primera reunión oficial entre Artur Mas y el jefe del Estado, el Rey Felipe VI, no podía haber sido más polémica. Tres días antes de este encuentro, que se ha producido en La Zarzuela, y que ha durado apenas una hora y media, el mandatario catalán pactó una lista y un plan soberanista con el líder de ERC, Oriol Junqueras. Y justo un día antes de esta reunión, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró rotundamente que «no va a haber independencia en Cataluña». Ante este escenario, el Rey se convierte en el único intermediario posible para solucionar esta solución. O así al menos es que como Artur Mas lo ve.
Aún se desconoce el contenido concreto de la conversación. Ni siquiera el Gobierno lo conocía en el momento que Soraya Sáenz de Santamaría ha comparecido en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, aunque la vicepresidenta del Gobierno sí ha optado por aplacar expectativas y recordar a Mas que sólo es un presidente autonómico; y que la cita de este viernes se enmarca única y exclusivamente en ese contexto. «Esta reunión nos recuerda a todos cómo son las cosas en España: hay un jefe del Estado que periódicamente recibe a los presidentes de comunidades, que lo son precisamente por esa Constitución. También sirve para recordar a todo el mundo donde está cada uno y cuál es el papel de cada uno y el señor Mas es el presidente de una comunidad», ha rematado.
La portavoz gubernamental también ha aprovechado que la atención mediática está centrada en los pasos de Artur Mas para sacarle los colores y recordar que es el presidente de una comunidad autónoma, que se presenta a unas elecciones autonómicas, «por cierto las terceras en cinco años», ha enfatizado Santamaría, «y cada vez con menos apoyos de votos y de personas en su coalición», ha zanjado. No sin antes ridiculizar su nueva alianza con la que pretende concurrir a las elecciones del próximos 27S, según Santamaría, repleta de «políticos, no políticos o medio pensionistas».
La vicepresidenta del Gobierno ha dejado claro que el Gobierno recurrirá a los tribunales si hay nuevos pasos contrarios a la Constitución en la hoja de ruta soberanista del presidente de la Generalitat; y ha aseverado que el Ejecutivo 'popular' ya está preparado para actuar inmediatamente ante cualquier actuación que entiendan que puede vulnerar la ley o la Constitución tanto por parte del Gobierno catalán como del Parlamento de Cataluña. Santamaría ha insistido en que siempre ha sido así. «Tanto es así, que el señor Junqueras, que si no me he perdido en todo este proceso ocupa el lugar número cinco de políticos, no políticos o medio pensionistas, ha dicho que el Gobierno evitó que se celebrara un referéndum. ¿Cómo lo hicimos? Aplicando la Constitución y las leyes, con los mecanismos que las mismas prevén», ha rematado la portavoz gubernamental.