El ministro de Justicia, Rafael Catalá, no es partidario de una comisión parlamentaria sobre la investigación fiscal al exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato, porque considera que éstas deben ser para asuntos «estrictamente políticos» y no para lo que tiene que ver con el «funcionamiento normal de las instituciones» como la Agencia Tributaria o la Fiscalía.
También ha dicho que no conoce en detalle la investigación, así que no sabe si tiene suficiente «materialidad para justificar una comparecencia» específica del ministro de Hacienda en el Congreso.
En una entrevista en la Cadena Ser, Catalá ha enmarcado la investigación de los negocios de Rato en «el orden normal» del trabajo de la Agencia Tributaria (AEAT), que inició una investigación fiscal y la elevó a la Fiscalía y ésta, a su vez, al juzgado. Eso sí, ha reconocido que cada día se abren muchos expedientes administrativos o judiciales que acaban archivados porque los hechos no tienen «materialidad».
En este caso, ha optado por destacar que la AEAT investiga a todo el mundo independientemente de quien sea y ha negado de plano que la detención de Rato, el pasado mes de abril, pretendiese obtener «rendimiento político». «Por muy imaginativo que me ponga no le veo utilidad política a la detención de un exvicepresidente del Gobierno», ha argumentado.
Es más, tampoco ve indicios de precipitación en el hecho de que la jefa de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) afirmase ante el juez que había firmado el informe que propició la investigación judicial pero que no era responsable de él. Según ha dicho, no conoce la literalidad de su declaración pero sí sabe como funciona la Administración y «lo que hace el responsable de un departamento es validar el trabajo de sus colaboradores».
Según ha dicho, son los abogados Rato los que dicen que los hechos no tienen relevancia suficiente para motivar aquellas actuaciones y ha dejado claro que decidir eso corresponde al juez, que en su opinión «lo enjuiciará en breve».