La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha condenado el ataque de un grupo de ganaderos franceses en la región de Normandía a un camión que transportaba carne de cerdo aragonesa y ha exigido a la UE que garantice la libre circulación de productos agroalimentarios españoles en Francia, según ha informado en un comunicado.
En concreto, se tiene noticia de dos ataques registrados este miércoles en Normandía y Poitiers, donde los asaltantes destruyeron en total 22.000 kilos de carne proveniente de Barcelona y Aragón en protesta por los bajos precios.
Por su lado, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) piden que cesen estos ataques a pesar de compartir los valores de su reivindicación: “nos parece muy bien que los ganaderos franceses luchen por precios justos para su ganadería, pero los españoles no somos en absoluto culpables de su situación”, han explicado. UPA ha afirmado que “ésta no es forma de protestar, llevando a cabo acciones delictivas y evitando que los ganaderos españoles puedan vender su producción”. “Los ganaderos franceses nos culpan de algo de lo que somos las principales víctimas: el bajo precio de nuestros productos”, explican.
De esta forma y ante estos actos vandálicos, COAG pide a la UE que garantice la libre circulación de productos agroalimentarios españoles en territorio francés y reclama al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que solicite a las autoridades europeas sanciones ejemplares al gobierno galo «por su desidia ante los recurrentes ataques» a las produciones españoles.
«Como viene sucediendo verano tras verano, los agricultores y ganaderos franceses vuelven a actuar injustamente boicoteando la exportación española hacia Europa. La crisis de precios que ellos sufren también la estamos padeciendo los productores españoles», ha subrayado el secretario general de COAG, Miguel Blanco.
Blanco ha recalcado que con estas iniciativas «se busca apartar a los productos españoles del mercado comunitario cuando los verdaderas responsables son las grandes industrias y cadenas de distribución, en buena medida de capital francés, que abusan de su posición de dominio en el mercado para imponer precios de ruina en el campo».