«El colectivo gitano rumano que se ha instalado en Badalona ha venido a delinquir». «No consentiré, como ha ocurrido en los últimos ocho años, que se pongan a rezar y a hacer oraciones 500 personas cada viernes, y 2.500 para el Ramadán». «Una religión que en su versión más radical es capaz de matar no puede tener el mismo trato que el resto de creencias». «Quizá es el momento de que la Unión Europea se plantee si puede seguir con la política de que cualquiera tiene todos los derechos. No todas las opciones son válidas». «No queremos rumanos». «Si en 2011 soy alcalde, os aseguro que podremos salir por el barrio con la seguridad de no ser acosados y atracados. Quien viva en Badalona tendrá que adaptarse a nuestras normas y costumbres». Estas son algunas de las perlas que catapultaron al «estrellato» al exalcalde de Badalona y actual candidato del PP en Cataluña, Xavier García Albiol, que le han permitido ganar dos elecciones en su municipio, y que hoy le han situado como la única esperanza del PP para recuperar el territorio perdido en Cataluña.
Un discurso con tintes racistas y xenófobos que incluso le costó una causa judicial por incitación al odio, de la que finalmente salió indemne. Pero que el PP obvia. Es más, el vicesecretario de Comunicación 'popular', Pablo Casado, que ha comparecido este miércoles en la sede nacional para explicar la reunión de trabajo que la cúpula, presidida por Mariano Rajoy, ha mantenido con los presidentes provinciales e insulares del partido, ha rechazado de pleno que el PP haya virado a la extrema derecha en Cataluña con la candidatura de Albiol. «Queremos presentarnos como el partido de la moderación», ha sentenciado Casado, quien además ha advertido de que «no vamos a permitir que se nos sitúe en la radicalidad». Para la cúpula del PP lo importante es que Albiol «encarna juventud y experiencia», que es «conocido», y que además ha superado el «veredicto de las urnas con éxito».
En las últimas elecciones municipales, con el polémico lema «Limpiando Badalona» (mensaje indirecto sobre la inmigración aunque él lo negara públicamente) obtuvo 30.559 votos, 26.890 más que en los comicios locales del 2011. Unos «muy buenos resultados» -remarcan fuentes del partido-, que no fueron suficientes para gobernar. Finalmente, la unión de Guanyem Badalona, ERC e ICV le arrebató el trono. Aún así, el PP cree que Albiol es la opción más cercana al «éxito» que tiene en Cataluña; y por ello ha apostado por él. No todo el mundo en Génova está conforme con las polémicas declaraciones que lleva retratando a su candidato desde que fue dado a conocer, y eso ha llevado a Casado este miércoles a insistir en que el discurso del PP en Cataluña «es de absoluta moderación».
Los conservadores tienen clara su lucha en la región frente al desafío secesionista liderado por Artur Mas: «la unión de España». En torno a este mensaje pivotará toda su campaña. «Estamos bien como estamos, conviviendo juntos», ha sentenciado Casado, quien ha aprovechado para advertir de que el PP «no entrará en debates identitarios». «Estamos evitando la confrontación en Cataluña. Nuestra intención es arreglar los problemas económicos de la región», ha rematado el dirigente 'popular'.
La elección de Albiol al frente de la división catalana responde a un claro objetivo: evitar la sangría de votos que Ciudadanos le está causando. Aunque el PP sabe que la batalla en Cataluña no esa, sino el desafío independentista. En el marco nacional, los conservadores tiene claro que Albert Rivera es un fuerte rival, pero en el regional ya han apostado claramente por la «alianza». «Me gustaría que fueran unos compañeros de viaje», ha señalado el exalcalde de Badalona en una entrevista en Rac1. «Los partidos no independentistas tienen que intentar llegar a acuerdos para evitar lo que puede ser un grave perjuicio para Cataluña». Esta es la posición del PP en Cataluña.
Los 'populares' saben que el reto es duro. Por ello, ya se han puesto manos a la obra. Génova aún no ha decidido el calendario de visitas que el presidente Mariano Rajoy hará a Cataluña a lo largo de la campaña, pero sí tiene claro que las del 27S «serán unas elecciones decisivas». Por el momento, el PP da el pistoletazo de salida a la contienda este miércoles en Castelldefels hasta donde el presidente Rajoy se trasladará para presentar oficialmente a su candidato en la región.