El Tribunal Constitucional (TC) ha confirmado la condena de 2.700 euros de multa que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional impuso en diciembre de 2008 a los independentistas catalanes Jaume Roura y Enric Stern por quemar fotografías de los reyes en Girona durante una manifestación que se celebró en septiembre de 2007.
Los magistrados que componen el TC han rechazado –con el voto particular de cuatro magistrados– el recurso de amparo presentado por la defensa de los condenados, al considerar que los hechos constituyen un delito de injurias, según indica la sentencia.
El TC concluye que «quemar públicamente el retrato de los monarcas es un acto no sólo ofensivo sino también incitador al odio» y no está amparado por la libertad de expresión.
Añade que «la cremación de la imagen física de los monarcas expresa, de un modo difícilmente superable, que son merecedores de exclusión y odio».
El abogado que defiende a Roura y Stern, Benet Salellas, ha señalado que el TC actúa «con cinismo y frivolidad, y compara la actuación de los dos condenados con los que hacen discursos xenófobos, antisemitas y racistas».
Salellas ha anunciado que recurrirá la sentencia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo ya que es «desproporcionada y un golpe de estado jurídico».
Ha destacado que los magistrados que emiten su voto particular señalan en este que los argumentos del resto de la sala «banalizan» el concepto de libertad de expresión al considerar la quema de fotos un discurso del odio y compararlo con actitudes xenófobas o racistas.
Asimismo, Benet Salellas, ha destacado que la libertad de expresión «incluye todo tipo de protesta, como la que se hizo en 2007 en Girona coincidiendo con la visita de los monarcas» y ha dicho estar convencido de que el Tribunal de Estrasburgo les dará la razón.