María Teresa Lizaranzu, esposa del jefe de la Oficina Económica de Moncloa, Álvaro Nadal, será la nueva embajadora delegada permanente de España en la UNESCO. Su nombramiento se produjo el mismo día que el del exministro de Educación, José Ignacio Wert, aunque pasó totalmente desapercibido. Tanto el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como su mano derecha, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría saben que este tipo de comunicaciones a escasos meses de unas elecciones generales hacen daño, así que hicieron todo lo posible por ocultarlo.
La fecha del anuncio, sin duda alguna, fue elegida con alevosía. Viernes 31 de julio. El último Consejo de Ministros del curso político. Y cuya rueda de prensa siempre la ha dedicado el presidente del Gobierno para hacer balance de su gestión anual. Este año se sumaba además una novedad más: ese viernes fue el elegido por el Gobierno para aprobar los nuevos presupuestos generales para 2016. Rajoy dedicó una hora y media a pronunciar un discurso en el que hizo pocos anuncios (los importantes relativos a los PGE ya se habían filtrado los días de antes) y prefirió emplear la totalidad de su tiempo en hablar de recuperación económica y empleo. En advertir a Artur Mas de que no habrá independencia en Cataluña. Y en asustar a los votantes de Podemos con Grecia. Se le 'olvidó', sin embargo, mencionar que ese mismo día había decidido finalmente premiar a algunos de sus colaboradores.
Alrededor de las 16.00 horas, como suele ser habitual, el Gobierno publicó la referencia con los acuerdos adoptados por el Consejo de Ministros. Y además de los nuevos presupuestos, hubo uno de ellos que llamó especialmente la atención de los medios de comunicación: el relativo a nuevos nombramientos. Y especialmente uno: cuando ya todo el mundo (incluido él mismo) daba por perdida la batalla de Wert para irse junto a su flamante esposa, Montserrat Gomendio, a la OCDE como embajador jefe de la Delegación Permanente de España; finalmente su nombramiento se produce de tapadillo, el último día antes de que Rajoy se fuera de vacaciones. Una polémica designación, que lejos de pasar desapercibida, se convirtió en la noticia estrella del viernes pasado (más que los 'logros' que Rajoy intentó 'vender') y además sirvió para que el otro gran nombramiento, el de la mujer de Nadal, sí que pasara desapercibido.
El 'premio' a Wert no ha dejado indiferente a nadie. Ni a la oposición parlamentaria, que ha criticado con insistencia la falta de méritos, ni mucho menos aún al Partido Popular, donde las voces críticas respecto a esta posibilidad eran atronadoras. Este nombramiento de nuevo supone un incumplimiento del programa electoral del PP, donde los conservadores se comprometieron a nombrar embajadores pertenecientes a la carrera diplomática. Ya se lo saltaron con Federico Trillo (Embajador de España en Reino Unido); y lo vuelven a hacer ahora con Wert, a escasos meses de las próximas elecciones generales.
Pero no es menos significativo el 'premio' que también acaba de recibir María Teresa Lizaranzu. Ella, a diferencia de Wert sí es diplomática de profesión, por lo que con este nombramiento Rajoy por lo menos no incumple el programa electoral, pero no deja de resultar significativa su relación con el Ejecutivo de Rajoy. Lizaranzu, además, también cuenta con la experiencia de la que carece el exministro de Educación. Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y máster en Derecho Comunitario por la Universidad Libre de Bruselas, ingresó en la carrera diplomática en 1997. Estuvo destinada en la Embajada de España en Finlandia; fue cónsul general adjunta en Jerusalén, además de jefa adjunta del Gabinete Técnico del Subsecretario y subdirectora general adjunta de Oriente Próximo. En 2006 fue nombrada consejera en la Embajada de España en Alemania y, posteriormente, subdirectora general del Magreb.
Un perfil muy diplomático que abandonó en 2012, cuando fue designada directora general de Política e Industrias Culturales y del Libro. Un nombramiento que se produjo poco después de que su marido, Álvaro Nadal, fuera nombrado jefe de la Oficina Económica de Moncloa. La influencia de este destacado miembro del 'clan de los sorayos' (personas de confianza de la vicepresidenta) sobre Rajoy es indiscutible. Su relevancia mediática es insignificante (no concede ruedas de prensa y casi nunca es protagonista de informaciones), pero en los círculos de poder político y económico de este país todo el mundo sabe que sus opiniones son determinantes para el presidente del Gobierno. Es su contacto directo con el mundo económico; y una de las pocas voces que susurran al oído de un «desconfiado» Rajoy.
Su llegada a La Moncloa no sólo estuvo acompañada del desembarco de su mujer en el Ministerio de Cultura, sino que su hermano gemelo, Alberto Nadal, también encontró hueco en Ejecutivo 'popular'. Después de rechazar ser consejero de Red Eléctrica por el cargo de su hermano, el 28 de diciembre de 2012 fue nombrado Secretario de Estado de Energía. Estos dos gemelos de 45 años son muy respetados tanto en el Partido Popular como en el Gobierno. Y han tenido casi una vida gemela. Estudiaron una doble licenciatura en ICADE (Económicas y Derecho); acabaron cum laude y, de forma casi inmediata, aprobaron la oposición a Técnicos Comerciales y Economistas del Estado con los números uno y dos. Con 25 años trabajaban en el Ministerio de Economía, donde mandaba Pedro Solbes. Y pronto le encontraron el punto a la política. Ambos trabajaron para el vicepresidente Rodrigo Rato, y por entonces ya se los rifaban.
Alberto, en 2004 se fue a Washington, pero regresó en 2009 para fichar por la CEOE de Juan Rosell, que no dudó ni un instante en colocarle como vicesecretario. Álvaro, en 2004 ingresó en el equipo de Economía del PP y de la Ejecutiva del partido de la mano de Miguel Arias Cañete. Y tras un paso por la embajada de España en Israel, en 2008 salió diputado por Albacete. Rajoy, sin apenas trayectoria en economía, confió desde el principio en su criterio. Primero en la oposición como su principal asesor económico en el Congreso; y hoy como una de sus personas de máxima confianza. Una posición, la de los hermanos Nadal, que en 2013 provocó el cuarto y último desembarco familiar. Eva Valle Maestro, mujer de Alberto, fue designada en septiembre de 2013 por su cuñado Álvaro, Directora General de la Secretaría Técnica de la Comisión Delegada para Asuntos Económicos y de Asuntos Económicos Internacionales de la Oficina Económica del Presidente del Gobierno. En resumidas cuentas, su mano derecha.
Ambos han fantaseado con ser ministros, de hecho lo han rozado, pero saben que las expectativas electorales del PP ahora podría complicárselo. Esto es lo que podría explicar este último movimiento de fichas. La mujer de Álvaro ya está colocada en París como de embajadora de España en la UNESCO. Y Alberto ya «sueña» con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. Veremos qué ocurre con el resto de la familia en los próximos meses.