El bipartidismo continúa su tendencia al alza, frente a la caída que están experimentando los partidos emergentes liderados por Pablo Iglesias (Podemos) y Albert Rivera (Ciudadanos); o de eso al menos advierte el primer barómetro del CIS que pregunta sobre la intención de voto y valoración de líderes tras las elecciones municipales y autonómicas del pasado 24 de mayo y los correspondientes pactos poselectorales que provocaron el fin del reinado que el Partido Popular ocupaba desde 2011. Según la encuesta publicada este miércoles y realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en julio, de celebrarse elecciones generales hoy, el PP se mantendría como primera fuerza con una estimación de voto del 28,2%, y ampliaría en 3,3 puntos su ventaja sobre el PSOE, que se quedaría en el 24,9%. Por detrás, y cada vez más lejos de las fuerzas que representan el bipartidismo, se situarían Podemos y Ciudadanos con un 15,7% y un 11,1% respectivamente.
Unos resultados que sin duda alguna dibujan un escenario significativamente diferente al que mostró el último barómetro del CIS publicado en abril de este año cuando al PSOE le dio un 24,3% y al PP un 25,6%. En primer lugar, el bipartidismo sigue ganando terreno a las fuerzas emergentes, si en abril representaba el 49.9% de los votos, ahora alcanzan ya un 53,1%. En segundo lugar, el PP y el PSOE se alejan más entre sí. En abril, la distancia era de un punto, hoy ya es de más de 3 en favor de los conservadores. Y en tercer lugar, Podemos y Ciudadanos siguen cayendo. La formación liderada por Pablo Iglesias pierde casi un punto respecto a abril, que se sitúo en un 16,5%. Y la de Albert Rivera, que sufrió una fuerte subida en abril, pasando del 3,1% al 13,8%, ha caído ahora casi 3 puntos.
La única explicación que podría servir para entender un castigo así en tan pocos meses es la política de pactos llevada a cabo tanto por Podemos como por Ciudadanos tras el 24M. Ambas formaciones irrumpieron con fuerza en un escenario político en crisis con una clara intención: derrocar el régimen bipartidista. Esto podría significar que sus electores no entendieron su actitud tras las últimas elecciones autonómicas y municipales. Una situación de la que sin duda se está beneficiando principalmente el Partido Popular, cuya estrategia del miedo («el PP o el caos») le está sirviendo para movilizar a sus bases, que aunque decepcionadas con las decisiones tomadas por el Gobierno conservador prefiere lo «malo conocido que lo bueno por conocer». Esto podría explicar por qué sólo el 10,9% de los encuestados considera que la gestión de Rajoy ha sido buena o muy buena, y sin embargo, hay un 28,2% que estaría dispuesto a votarle. Es más, la única formación que consigue mejorar notablemente sus resultados entre abril y julio es el PP.
Eso sí, quiénes no acaban de remontar son las formaciones a las que de verdad ha resultado perjudicar la irrupción de Podemos y Ciudadanos en la esfera nacional. Tanto Izquierda Unida como UPyD siguen cayendo; y colocándose a mucha distancia de las cuatro formaciones que van en cabeza. El partido aún liderado por Cayo Lara (aunque el cabeza de lista a La Moncloa será Alberto Garzón) obtiene un 3,7% de apoyos (un punto menos que en abril), mientras que la formación magenta liderada por Andrés Herzog se queda en un 1,3%.
La tabla de valoración de líderes sigue encabezada con 4,72 puntos por la nueva presidenta de Navarra, Uxue Barkos, en su última aparición en una encuesta del CIS dado que ha abandonado el Congreso. Entre los dirigentes de ámbito estatal, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, repite en primer lugar con una nota de 3,84 puntos, sacando más de un punto a Mariano Rajoy. De todos los miembros del Gobierno, sólo superan el 3, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo. De nuevo, la peor valoración recae sobre el titular de Educación, ya no es José Ignacio Wert, pero Íñigo Méndez de Vigo recoge su testigo, con un 1,92 de puntuación.
En lo que a la gobernabilidad respecta, el barómetro del CIS sigue insistiendo en una posibilidad de la que muchas encuestas (tanto públicas como privadas) ya alertan: de ser definitivos los resultados reflejados, la formación de un Gobierno estable sería complicada. PP y PSOE sólo conseguirían sumar mayoría absoluta si fuera unidos, ni PP ni PSOE con los apoyos de Ciudadanos y Podemos respectivamente conseguirían una mayoría estable. En vista de este escenario, el CIS ha preguntado a los 2.486 encuestados por las opciones de pacto que preferirían, y la opción mayoritaria por el momento sería la unión de PSOE y Podemos. Un 21,1% vería con buenos ojos una alianza de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias; la siguiente opción ya sería un Gobierno en solitario del PP, por la que optarían el 11,6% de los preguntados.