«Amo a Dios, amo mi religión y a su mensajero y estoy en contra de ISIS», dicen los impulsores de la llamada «Campaña internacional del Islam hispano-hablante contra el extremismo, el terrorismo, la violencia y el caos, en cualquiera de sus formas. ¡No nos representan! #NoEnMiNombre». Gesto simbólico, aunque no sobra cuando el terrorismo yihadista siembra la desconfianza sobre 1.200 millones de musulmanes en todo el mundo, 1,8 millones en España.
Una decena de musulmanes de España y países hispanohablantes (Argentina, México, Colombia, Bolivia, Venezuela) han lanzado una campaña en redes sociales desmarcando al grupo autodenominado Estado Islámico y la violencia de su religión. «El Islam hispanohablante condena las acciones de los grupos violentos radicalizados y advierte contra ISIS y grupos afines», comienzan los vídeos colgados en Youtube, enlazados por las principales webs de actualidad islámica. En este caso se utilizan las siglas ISIS con las que se suele referir al mismo grupo terrorista en el ámbito anglosajón (Daesh en árabe).
Los testimonios no los firma ninguna organización ni asociación islámica, sino que figuran personas a título individual, aunque se trata de líderes religiosos con relevancia en sus comunidades, todos bastante jóvenes o de mediana edad. Sus mensajes pretenden aclarar que el Islam es incompatible con la violencia, llaman al ejemplo individual y a un comportamiento impecable del musulmán en su entorno cercano y a desechar cualquier viaje a zona de conflicto.
Los musulmanes de España condenan habitualmente los atentados, sin repercusión en los medios
Muhammad Saíd Alilech, de Madrid (España) es rotundo: «la esencia de nuestra religión es la misericordia, lo que hacen ciertos grupos en nombre del Islam hoy en día vulnera lo más fundamental de las bases del Islam, contradice lo más básico de la esencia del Islam».
Alilech, que preside la Asociación de Jóvenes Musulmanes de España, añade en su vídeo que «lo que hacen estos bárbaros es derramar la sangre, asesinar y quitar la vida sagrada»; «levantar la bandera del Islam es muy fácil, pero representarla es lo más difícil. Aconseja a sus correligionarios, «no os dejéis manipular por mensajes demagogos, contradictorios a la esencia del Islam; el Islam es paz, compasión, libertad, cualquier dicho que contradiga estos fundamentos no tienen nada que ver con el Islam».
Malik Ibn Benaisa, desde Melilla, recomienda «buscar el conocimiento en las fuentes auténticas dle Islam y alejarte de los grupos extremistas y desviados; el profeta nos dijo, 'os advierto de ir a los extremos en la religión, perdidos están los extremistas'; estos grupos se han desviado tanto del Islam que su credibilidad cae por su propio peso; «esto no es Islam y estos no nos representan, aléjate de ellos», concluye.
Al otro lado del charco, desde Bolivia se pronuncia Isa Amer Quevedo: «las acciones de este grupo son contrarias a los mandamientos de Dios, a todo el respeto de la vida humana, sus derechos, su dignidad; los musulmanes no podemos permitir esto, debemos decir claramente que lo que están haciendo no se correspondiente a lo que manda Dios; aconsejamos a los musulmanes que tengan mucho cuidado».
El argentino Muhammad Isa García, residente en Colombia, traductor y conferenciante, licenciado en teología y lengua árabe, mediador para la resolución de conflictos reconocido en Estados Unidos, aconseja al musulmán formarse y estudiar, por mejorar su educación en cualquier disciplina.
Richard Yosef Carrión: «en el Islam los fines no justifican los medios; los más afectados por todos estos actos violentos son los mismos musulmanes, directa o indirectamente». Añade este colombiano: «hermano y hermana en el Islam, si quieres beneficiar a los demás esfuérzate por ser un ejemplo de virtud en tu comunidad; «el Islam es paz y no terror».
«Esto no es el Islam, no nos representan», dice un melillense
Desde Melilla, Hisham Ibn Abdusalam afirma: «El caos, el extremismo y la barbarie nunca fueron ni son propósitos del Islam; te aconsejo que te alejes de todo extremismo».
«Los musulmanes tenemos que representar fe y esperanza para las personas, no miedo ni terror. Rechazamos profundamente a aquellos que han secuestrado el nombre de Estado Islámico, no nos representan, no representan ni al Islam ni a los musulmanes», afirma Suleimán Zebib (Venezuela).
Por su parte, Saíd Abdunur Pedraza se refiere a su propia experiencia: «yo soy colombiano, mi pais se ha bañado en sangre durante sus 200 años de existencia, la guerra no es la solución, siempre se deben buscar soluciones pacificas a los conflictos; hay mucha injusticia en el mundo, pero la solución no está en empuñar un arma con los extremistas; toda Iberoamerccia sufre de corrupcion, violencia y otros problemas, la pregunta que debemos hacernos es cómo ser mejor musulman para asi ayudar a mi familia, a mi comunidad, a mi país; el Islam es paz, estoy en contra de todo grupo extremista».
Otras iniciativas similares
La campaña del Islam hispano se inspira en una iniciativa muy similar del Reino Unido puesta en marcha en 2014, que apostaba más por una imagen fresca de jóvenes británicos rechazando el terrorismo, sin profundizar en motivos religiosos. La iniciativa hispana revela cierta limitación de medios técnicos y un enfoque distinto, ya que en este caso se dirige hacia los propios musulmanes, más que a la población en general, y utiliza argumentos religiosos, citas del profeta Mahoma, pasajes del Corán.
Aunque la iniciativa de estos musulmanes hispanos es novedosa, no lo son las condenas de responsables de la comunidad musulmana de atentados y violencia cometida en su nombre, con escasa repercusión pública.
El presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de España y responsable de la Comisión Islámica de España, Riay Tatary, expresaba a finales de junio su «absoluta condena» de los recientes atentados en Túnez y Francia.
Tatary aseguraba también que en las mezquitas españolas no tienen cabida los extremistas o violentos que realizan un discurso de propaganda en favor del terrorismo y que, por tanto, la amenaza no está en estos templos sino en los propios extremistas.
Se refería de este modo a los recientes cambios en la legislación española, desde los ministerios de Interior y Justicia, que refuerzan el control sobre lugares de culto y que han llevado incluso a anunciar el próximo cierre de mezquitas.
«No hay que confundir el síntoma con la enfermedad, la amenaza viene de los extremistas violentos y de los terroristas. No se detectan captadores activos sino que pueden realizar su propaganda por Internet y llegar a todo el mundo, pero no desde las mezquitas donde se explica la palabra de Dios y los dichos y hechos del último profeta, Mahoma», explicaba Tatary.
«Me disculpo por la conversión de Cat Steven», dice irónicamente un musulmán en Twitter
Si se detectara que el discurso de un imam de una mezquita de España es «inadecuado» o «enfrenta contra otros», se tomarían medidas sobre la persona en cuestión, primero formándola e informándola sobre su entorno y segundo, en caso de que no rectifique, «inhabilitándola», pero no cerrando la mezquita. «Los responsables, en todo caso, son las personas, no los objetos e inmuebles», concreta.
En el fondo del debate sobre las relaciones entre Islam y violencia se percibe también cierto hartazgo hacia la presión sobre los musulmanes, obligados a rechazar constantemente el terrorismo yihadista.
En el mundo digital y en Twitter ha tenido cierto éxito otra campaña, ésta con más humor, en contra de criminalizar a todo el colectivo por lo que hacen algunos de sus miembros. Con el hashtag (etiqueta) #MuslimApologies (disculpas musulmanas) se pueden leer en la red del pajaro azul mensajes del tipo «como musulmán me disculpo por la primera y segunda guerra mundial, por si acaso»; «¿algún cristiano o líder religioso se ha disculpado por el tiroteo de la iglesia de Charleston?», se pregunta retóricamente otro tras el reciente ataque racista en Estados Unidos de un supremacista blanco contra un templo protestante en el que murieron nueve feligreses negros.
Bajo la misma etiqueta se pueden leer textos irónicos: «me disculpo porque las musulmanas tuvieran derechos hace 1.400 años mientras vosotros discutíais si la mujer tenía alma». «Lo siento por la invención de la cirugía, el café, las universidades, el álgebra, los hospitales, los cepillos de dientes, las vacunas, los números y la categoría #MuslimApologies», escribe un musulmán sobre inventos y avances surgidos en tierra islámica. «Me disculpo porque Plutón ya no sea un planeta», dice otro.
«Pido disculpas por impulsar a Cat Stevens a metamorfosearse en un hombre barbudo con el nombre de Yusuf Islam #MuslimApologies», aparece en otro tuit que hace referencia al cantatutor británico que se convirtió al Islam en los ochenta. Aquí un enlace a una actuación en la BBC de quien también hace llamarse Abú Muhammad (padre de Muhammad, su hijo).