El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha confirmado hoy, tras el primer despacho de este verano con el Rey Felipe VI en Marivent, que está dispuesto a modificar la Constitución, pero no ahora, sino en la próxima Legislatura. Respondía así a las preguntas de los periodistas sobre las declaraciones realizadas por el ministro de Justicia, Rafael Catalá, en la que se mostró abierto a reformar la Carta Magna en algunos puntos concretos.
El jefe del Ejecutivo dejó claro que esta no era una cuestión prioritaria en la Legislatura actual, ya que la prioridad en estos cuatro años era evitar el rescate, empezar a crecer y generar empleo.
En la próxima Legislatura, admitió, «habrá que hacer otras cosas». Y en este punto dijo que no se niega a hablar de una reforma, aunque sí le gustaría que «se consiguiese el mayor consenso posible porque no es cuestión de un partido, sino del mayor número de partidos posibles». También dijo que después de las próximas generales habrá que hablar de la financiación autonómica y de «otras cosas, pero en esta el gran tema era salir del pozo en el que nos encontrábamos».
Y aunque afirmó que no le gusta adelantar acontecimientos, sí dijo que tras los comicios generales hay algunas cosas de las que se puede hablar como el Título VIII de la Constitución, referido a las CCAA.
De hecho, citó el dictamen del Consejo de Estado que, presidido por Francisco Rubio Llorente, fue aprobado por unanimidad, y del que dijo que es «magnífico». En su opinión, se podría hablar y debatir en base a este dictamen. Pero, insistió, «en la próxima Legislatura, no en esta».
Mariano Rajoy invitó a leer el citado informe porque dijo que aportaba claves al respecto. En este documento se analiza una reforma Constitucional basada en cuatro puntos: la supresión de la preferencia del varón en la sucesión al trono; la recepción en la Constitución del proceso de construcción europea; la inclusión de la denominación de las CCAA y la reforma del Senado.
El jefe del Ejecutivo aseguró que no había abordado este asunto con el Rey Felipe VI y rechazó, al ser preguntado por ello, que la propuesta estuviera pensada para salir al paso de las aspiraciones soberanistas que plantea Artur Mas para las elecciones autonómicas convocadas para el 27 de septiembre próximo.
La reforma de la Constitución no serviría para una «secesión en España»
«Una cosa es lo que los independentistas catalanes digan y otra la reforma de la Constitución española», apuntó y precisó que los independentistas «no se van a quedar contentos» con ninguna reforma constitucional porque, argumentó, «lo que quieren es la liquidación de la soberanía nacional». Y, en este sentido, Mariano Rajoy dejó claro que ni su partido, ni espera que ningún otro, estén dispuestos a liquidar la soberanía nacional.
«Hilar una cosa con otra no tiene sentido. No se va a producir una secesión en España», apostilló el presidente al tiempo que explicaba que eso supondría «ignorar lo que son siglos de historia, de lazos colectivos, de ignorar lo que hemos hechos juntos y de obligar a los que son catalanes, españoles y europeos a ser o sólo catalanes o sólo españoles y europeos».
El presidente fue muy claro al explicar que ahora no se va a hacer una reforma de la Carta Magna porque se está terminando la Legislatura, va a haber unas elecciones generales y además hay previstas unas catalanas.
Además quiso poner en valor la Constitución española porque, según dijo, en ella están garantizados los derechos fundamentales, la igualdad entre españoles, la unidad y la soberanía nacional. Además, recordó que con esta Constitución España es uno de los 5 países del mundo donde más ha crecido la renta per cápita y también nos ha permitido entrar en Europa. «Cuál sería la curiosa situación de España si estuviéramos fuera en este mundo en el que vivimos», exclamó.
Pero dicho esto, Rajoy insistió en que la Carta Magna «se puede modificar» y recordó que, de hecho, se ha llevado a cabo la reforma en dos ocasiones: una para permitir que los ciudadanos comunitarios voten en las elecciones municipales y otra para recoger los límites al déficit y la deuda.
También explicó que «hay muchas cosas más que se pueden hacer» y recordó que el ministro de Justicia había apuntado algunas de ellas, como la modificación de la sucesión de la Corona o aclararse las competencias entre las CCAA y las Cortes Generales.
Defiende las trayectoria de PP-PSOE
Por otra parte, el presidente del Gobierno ha asegurado este viernes, tras el primer despacho de este verano con el Rey Felipe VI en Marivent, que los «grandes países» que han experimentado la «recuperación económica» poseen un «sistema de bipartidismo».
Así lo ha expresado Rajoy en un corrillo ante los medios de comunicación en el que ha puesto como ejemplo de estos países a «Alemania, Canadá, Estados Unidos, Inglaterra y Francia».
A pesar de esto, el líder del Ejecutivo central ha reconocido que el bipartidismo en España «ha hecho cosas mal» pero, asimismo, ha añadido que «también se han hecho cosas bien».