Un susto; y de los gordos, es el que se llevó el pasado martes la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, cuando su perro Pecas, protagonista indiscutible de su última campaña electoral, se escapó y estuvo durante varias horas deambulando perdido por las calles de Madrid. Según cuenta Vozpopuli, el animal fue localizado en la calle Ferraz por un agente de Movilidad, cerca de la sede del PSOE, principal rival político de su dueña.
El funcionario madrileño llevó al perro al veterinario para leerle el chip y poder localizar así el número de teléfono de su propietario, y cuál fue su sorpresa cuando descubrió que el nombre del propietario era Fernando Ramírez de Haro, el esposo de Esperanza Aguirre. El agente de movilidad se puso en contacto telefónico con Ramírez de Haro; y la familia de Esperanza Aguirre respiró tranquila.
Es oportuno recordar que Pecas fue el protagonistas indiscutibles de la campaña de la candidata del Partido Popular al Ayuntamiento de Madrid. Participó en un acto en defensa de las mascotas y fue el primer perro con cuenta personal en Twitter, donde se definía como liberal, incontrolable y seductor. Cuenta con 2.119 seguidores y su último mensaje en la red social data del pasado 19 de mayo, cinco días antes del descalabro electoral de su dueña, que no sólo perdió la mayoría absoluta conservadora, sino que además pasó a liderar la oposición después de que Ahora Madrid y el PSOE llegaran a un acuerdo.
La imagen de Aguirre con su jack russel terrier se convirtió en la imagen estrella de la última campaña electoral. Fue su marido quien lo llevó a casa hace ya varios años. Ella entonces le dio un ultimátum: «O el perro o yo». «¿Sabéis lo que dijo mi marido?», bromeaba. Al principio se opuso pero la aspirante a alcaldesa asegura que ahora es ella quien más saca a pasear a la mascota.