Istvan Horvath, el amigo rumano del presunto asesino de Cuenca, Sergio Morate, ha descrito en declaraciones a un medio de comunicación local cómo era la relación entre el detenido y la que fue su novia, Marina Okarynska, cuyo cadáver fue hallado la semana pasada junto al de su amiga Laura del Hoyo en la orilla de Río Huécar.
«De vez en cuando discutían, como todos», ha asegurado en su lengua natal al medio local Cetateanul. En estas declaraciones recogidas por Europa Press, Horvath ha dicho que conocía a la joven fallecida: «La conozco muy bien a su novia. Aproximadamente llevaban juntos desde 2009».
Preguntado acerca de si Morate era violento con ella, Horvath lo niega. «No, no, nunca. Nunca le he visto con violencia porque yo no acepto que un hombre levante la mano a una mujer», asevera. A la hora de describir a Morate, dice que era «una persona muy normal, tranquilo, demasiado tranquilo para una persona normal».
Se conocen desde hace ocho años
«Nosotros nos íbamos a discotecas y él no salía, ni música, ni discoteca, sólo en casa, Internet, Play (videojuegos) y nada más», añade este joven rumano, que asegura que se conocieron «hace ocho años en España» y que conoció a «la familia, sus padres, a sus amigos y a su entorno y su grupo de amigos».
Este ciudadano rumano acogió en la región de Timisoara a Morate, quien se desplazó hasta allí después de matar a las dos jóvenes, según cree la Policía. Horvath se encuentra en libertad provisional acusado como presunto encubridor de Morate con quien fue detenido el pasado día 13.
Horvath y Morate se conocieron en prisión, una cuestión que elude ante los medios de su país: «éramos muy buenos amigos, no les puedo decir bien las circunstancias en las que nos hemos conocido porque no son muy importantes«.
Indica incluso el negocio de sus padres explicando que «tienen una fábrica de muebles y una tienda». «Son bastante ricos, es una persona con unos buenos ingresos de la que no te esperas que te diga en serio que ha matado a alguien. Si te lo dijera diez veces no lo creerías», sentencia.
Le hubiese dejado a su hijo
Según declara, hablaban «una vez cada mes o cada dos meses, depende cuando se acordaba el uno del otro» y que en esta ocasión supo que estaba en Austria y no le sorprendió. La razón que alega es que acaba de tener un hijo y se comprometió con su «amigo» a hacerle padrino del niño. «Si yo tengo un día problemas, él se habría podido quedar con mi hijo, porque le veía como una persona normal y buena», afirma.
Insiste en que no le extrañó que Morate se presentase sin avisar «porque él habitualmente hace esas cosas, es una persona con dinero. Una vez llamó y dijo que estaba en Rusia, en serio sí, me dijo que buscaba un amigo en Ucrania».
Horvath afirma no recordar qué le dijo cuando le llamó esta última vez y alega que está tomando pastillas. «Tomo pastillas para tranquilizarme. Imaginaros, he tenido un criminal en casa. He salido vivo de esta historia», concluye.